La modernidad en las comunicaciones ha alcanzado a los sermones en las iglesias católicas. En una reunión en San Pedro, el papa Francisco ha pedido a los sacerdotes mantener sus homilías breves, entre ocho y diez minutos máximo. La idea es conservar fresca la atención de los feligreses, que ahora viven en el mundo de discursos recortados por Internet.
¿Qué ha pasado? ¿Es una humorada del Papa? ¿Los fieles están acusando un efectivo déficit de atención? ¿Los sacerdotes venían estirando demasiado sus presentaciones? Una alusión papal a los bostezos da una pauta sobre lo que está pasando en el variado mundo del contacto entre la Iglesia Católica y sus seguidores, que ahora empezarán a escuchar a sus pastores reloj en mano.
La recomendación de Francisco va a reducir la longitud promedio de los sermones católicos. La ONG Pew los ha medido para los EE. UU. en 14 minutos promedio, un relámpago si los comparamos con los 54 minutos promedio en las iglesias protestantes afroamericanas, o los 37 minutos en las evangélicas. Está claro también que acortar el sermón acorta la misa.
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Daniel Silliman, de Christianity Today, dice que “los oyentes tienen seis veces más disposición a opinar que el sermón típico de su iglesia dura más de una hora. En cambio, los sacerdotes tienen el doble de opiniones que sus sermones duran menos de 15 minutos. El tiempo, pareciera, se mueve de forma distinta en el púlpito y en un banco de iglesia”.
Lo objetivo es que cada predicador tiene su propio manejo de los sentimientos, las ideas y las palabras. Un sacerdote avispado puede decir en pocos minutos lo que a otro le puede tomar muchos, es decir, demasiados. Con lo cual, la norma de ocho a diez minutos solo puede ser referencial, y juzgada por cómo crece o decrece el público.
Si consideramos que somos el país del Sermón de las Tres Horas como señal de la devoción, excelencia oratoria y fervor del catolicismo peruano, puede costar que los sacerdotes de más largo aliento se resignen a acortar su mensaje desde el púlpito. ¿A cuántos minutos puede un feligrés serio levantarse y partir por cansancio?
Debemos pensar que si ocurre mucho después de los diez minutos, el Papa está con ellos.