El coronavirus no abdica, por Mirko Lauer
"Como no hay cuantiosas muertes en el horizonte local, los ciudadanos más desaprensivos simplemente consideran que las vacunas ya tomadas bastan".
El discurso sobre el peligro Covid-19 en estos días se parece a los anteriores: nuevas cepas, nuevas vacunas, nuevos efectos, un contagio menos difundido y bastante menos dañino que los de la pandemia. Sin embargo, el dato de base es que el Covid-19 sigue allí. O más bien sigue aquí, con el Minsa reclamando nuevas vacunaciones, con toda razón.
Dos cosas están sucediendo con el Covid-19 en torno nuestro. Una es el número de contagios, suficiente como para poder hablar de una módica epidemia. La otra es la poca intensidad de los contagios, que sin prueba a la mano permite confundir Covid-19 con gripe. Entre los dos factores se produce aquí un clima epidemiológico relajado.
Pero no entre los especialistas, un mundo donde nuevas cepas aparecen con frecuencia, produciendo una sopa de letras, de números y de peligros. Esta semana las cepas bautizadas JN.1 (24% de los casos hoy), HV.1 (29% de los casos hoy) se vienen a sumar a las novedades que ya circulan por el mundo, y que por cierto visitan al Perú.
No hay motivo para alarma, pero la alerta y la vigilancia en los laboratorios son reales. En otras palabras, no hay propiamente hablando una pospandemia que permita desentenderse de todo el asunto. Lo que hay es una nueva etapa creada por la carrera hacia la vacunación. Así, el Covid-19 es persistente, impredecible, y con nuevos síntomas cada vez que muta.
Así como hay nuevos Covid-19, hay nuevos tipos de víctimas: las que ya tienen otras enfermedades, los que padecen efectos de la ancianidad, los mal alimentados y con pocas defensas, los que tienen poco acceso a servicios de salud. Ahora que la epidemia es moderada, es el momento de mejorar esos servicios.
Como no hay cuantiosas muertes en el horizonte local, los ciudadanos más desaprensivos simplemente consideran que las vacunas ya tomadas bastan. Es una actitud que puede desembocar en una fea sorpresa. Los llamados del Minsa a vacunarse deberían ser bastante más intensos, así como las invitaciones a cuidarse.
La AARP, una asociación de jubilados, da cuatro pronósticos sobre el tema: es probable que no surja un patrón predecible de cambios; irán apareciendo nuevas variantes; nos acercaremos a resolver el misterio del Covid largo; aparecerán nuevas vacunas.