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Opinión

Democracia a medias, por Lucia Solis

‘‘ (…) Este 28 de julio próximo, a quienes deberíamos reconocer y festejar, es a los miles de peruanas y peruanos que, aunque esta democracia les dé la espalda, luchan y resisten por el país’’.

larepublica.pe
Solis

Una de las consignas más potentes de la última Toma de Lima fue la de la organización Féminas Perú. Decía: ‘‘Las mujeres trans nunca hemos vivido en democracia; sin embargo, la defenderemos (…) para exigir a esta clase política que deje de legislar de acuerdo a sus intereses, dejando de lado a las poblaciones históricamente vulneradas en el país’’.

Existe una contradicción entre lo que indica la Constitución y lo que se ve forzada a enfrentar la comunidad transgénero en el Perú. ‘‘A la vida, a la identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar’’, señala la carta magna como parte de los derechos fundamentales para todas y todos los peruanos. Sin embargo, las personas trans no pueden rectificar su género y nombre en documentos oficiales, mucho menos se libran de la violencia estructural.

Estas Fiestas Patrias no hay nada que celebrar porque sigue sin haber responsables por la muerte de decenas de peruanos, entre ellos menores de edad, por la represión policial y militar en las movilizaciones que iniciaron en diciembre del año pasado. No hay nada que festejar porque para este país, supuestamente soberano,  diverso y que cumple 202 años de independencia, la vida de miles de personas sigue sin valer nada.

Tiene razón Féminas Perú. Ni las personas trans, así como tampoco las que son racializadas, con discapacidad, las mujeres, quienes viven en la pobreza, la población LGTBIQ+, entre otras, viven en democracia. Al menos no mientras la cancha siga tan dolorosamente inclinada. No mientras siga sin cumplirse la sentencia del caso Azul Rojas Marín, ni se promulgue una ley de identidad de género, no se reconozcan el matrimonio igualitario y las familias homoparentales y más. Mucho más.

Parece que estamos lejos de ello. Por eso, este 28 de julio próximo, a quienes deberíamos reconocer y festejar, es a los miles de peruanas y peruanos que, aunque esta democracia les dé la espalda, luchan y resisten por el país.