Es un misterio la perseverancia del Gobierno de Dina Boluarte, con una fórmula integrada por Aurelio Orellana Vicuña, el actual presidente de Essalud. No es un directivo que pertenezca a esta etapa del Ejecutivo. Él forma parte de los funcionarios que respondieron a los intereses de Pedro Castillo y al exministro Salas cuando ejerció como ministro de Trabajo.
Han transcurrido 9 meses de gestión y han ocurrido una serie de irregularidades y denuncias que no han sido suficientemente respondidas. Se ha mostrado el vehículo que se adquirió, en medio de una crisis sanitaria que exigía compras menos suntuosas para controlar las plagas que aún azotan el norte y el sur del país.
También se ha evidenciado el pago irregular de 41 millones de soles a una empresa que vendió pruebas rápidas durante la pandemia y que incumplió con los plazos, razón por la cual debía pagar una multa, pero le fue condonada.
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Este affaire involucra a ministros de Estado y personal del entorno de la presidenta Boluarte. La investigación fiscal sigue su curso, pero hay mails, WhatsApp que delatan la participación del actual presidente de Essalud, sin mayor duda, por lo menos, de su papel activo en el pago y en la cobranza.
La situación del directivo de Essalud se extiende sin explicación oficial. Las dos veces que la prensa ha formulado los cuestionamientos a su administración, estos han sido respondidos de manera vaga, sin establecer plazos ni criterios que abonen a su permanencia.
Por lo pronto, en Palacio de Gobierno se ha explicado que no hay ningún proceso de evaluación para elegir a un nuevo representante del más importante sistema de salud, con millones de personas dependiendo de una gestión que debería ser impecable.
Corresponde ahora al Ministerio de Trabajo, que es el titular de este servicio de atención de salud, que ha mostrado también su extraña actitud para abordar un recambio que se cae de maduro.
Por lo pronto, se requiere de una investigación profunda de lo actuado durante la gestión de Orellana y todos los que lo precedieron en ese importante cargo durante el gobierno de Pedro Castillo. Urgen respuestas por el caos y el desgobierno que parecen campear y que solo afectan a los sacrificados asegurados que no reciben atención rápida y eficiente.