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Opinión

Delincuentes, los políticos y sus víctimas, por Augusto Álvarez Rodrich

"Inseguridad ciudadana es hoy el problema principal del país".

larepublica.pe
AAR

Ni el gobierno ni la oposición se están dando cuenta de que la inseguridad ciudadana es hoy la preocupación principal en el país, lo cual debería incorporarse en sus mensajes y en políticas públicas que se comprometan con metas que al menos generen la ilusión social de que puede mejorar la lucha contra la delincuencia.

Por si hubiera dudas, las encuestas confirman el problema. Según Ipsos, hoy la delincuencia y la falta de seguridad son para el 33% el principal problema que debería atender la presidenta Dina Boluarte, seguido del costo de vida/precios altos (23%), la corrupción en el estado (22%), desempleo/falta de trabajo (10%) y la crisis política (8%).

La misma encuesta descubre que el 33% de la población a nivel nacional ha sido víctima de un acto de delincuenciarobo, hurto, agresión, extorsión, fraude, chantaje, violencia o algún otro tipo de acto delincuencial— en los últimos doce meses, con una proporción ligeramente mayor en la capital (37%) que en el resto de las regiones (32%).

Es posible que esta situación en la que tres de cada diez peruanos han sido víctimas de la delincuencia sea uno de los factores que, entre otros, esté jalando hacia abajo la imagen del gobierno encarnado en la presidenta Dina Boluarte, cuya aprobación cayó en junio de 16% a 14%, lo que no es mucho —dos puntos porcentuales son menos que el margen de error de la encuesta—, pero sí está dentro de una tendencia a la baja desde que tuvo 21% en diciembre pasado, al inicio de su mandato tras la destitución de Pedro Castillo.

Mientras van apareciendo tantas señales del crecimiento de la inseguridad ciudadana en el país, en un contexto en el que el Perú está siendo víctima de una internacionalización de la delincuencia por la intervención de mafias con organización regional, la política peruana no ofrece visiones que compartan la angustia que se experimenta en la población, ni planteamientos para empezar desde el propio gobierno, pero tampoco por parte de la oposición y de quienes aspiran a ser candidatos a la presidencia en el futuro.

Es más, la mayoría de los políticos de la vitrina nacional parecen ser parte del problema en vez de la solución; es decir, que son delincuentes que aspiran a llegar al poder para robar.