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Opinión

La inexorable reforma del sistema de pensiones en Perú, por Carlos Bessombes

"Entre los ejes centrales de la reforma: mejorar las pensiones (previa apertura a la información de las tasas de reemplazo)".

larepublica.pe
Gobierno peruano desde hace un tiempo busca reformar el sistema de pensiones. Foto: difusión

En las siguientes semanas la siempre postergada reforma integral del sistema de pensiones pasará por días clave. Es cierto que esta actualización de nuestro esquema previsional debiera estar acompañada de reformas laborales y de oportuno acceso a la salud pública; sin embargo, desde el Congreso —principalmente— se ha avanzado con propuestas de diversa índole.

Mientras dos comisiones del Legislativo impulsan con sus respectivos dictámenes (Trabajo y Economía), a la par lo hace el grupo de trabajo de fortalecimiento y mejora de los sistemas de pensiones, liderado por el congresista Jorge Montoya, que presentará sus conclusiones en las próximas horas. El Gobierno, con algo de retraso, también remitirá una propuesta, previamente aprobada en el Consejo de Ministros. La suma de estos esfuerzos darán inicio a un amplio debate, según se ofreció en el Parlamento.

Como han advertido numerosos especialistas y coinciden diversos diagnósticos, los ejes centrales de esta reforma son: que más peruanos ahorren para su jubilación; segundo, mejorar las pensiones (previa apertura a la información de las tasas de reemplazo: porcentaje de mi salario que recibiré como pensión); y, tercero, generar los incentivos para la aparición de mayor competencia.

De acuerdo a los especialistas, esta reforma referente al sistema de pensiones tiene el objetivo de mejorar el ahorro de la jubilación y las pensiones de los peruanos. Foto: difusión

Sobre este tercer aspecto, es difícil pensar en competencia entre ambos sistemas cuando en uno (en el privado) se tienen todos los incentivos para pertenecer o migrar a él, como son los retiros parciales, retiros con fines de vivienda, el REJA, entre otros, y que tiene como colofón el reciente aprobado bono de reconocimiento.

Esta disparidad se refleja en las cifras de afiliación entre diciembre del 2015 y diciembre del 2021. El Sistema Nacional de Pensiones tiene una tasa de afiliación promedio anual de 1,75%, frente al Sistema Privado de Pensiones, con una tasa de 5,5%. En conclusión, el SNP dejó de ser atractivo para los nuevos afiliados.

Pese a esta realidad, la Comisión de Economía y, posteriormente, el Pleno del Congreso asestaron un duro golpe a la ONP, pues este bono de reconocimiento sin límite, y actualizado desde el 2002 en adelante, no solo rompe el equilibrio fiscal (razón por la cual el Ejecutivo lo observó y que probablemente lleve ante el Tribunal Constitucional), sino que además deja en desventaja a un sistema frente al otro de cara a la reforma.

Mientras, la Comisión de Economía se niega a analizar la eventual salida de fondos (suman ocho proyectos con el mismo espíritu), justamente porque se viene la reforma, pero sí aprobó con celeridad la posibilidad que los cotizantes en la ONP migren a las AFP, para posteriormente cobrar una comisión para administrar los nuevos recursos. Afiliados exprés para el SPP, el mismo que en voz de uno de sus rostros más representativos reconoció, en mayo del 2022, que las AFP no fueron capaces de entender la necesidad de alinear sus comisiones a los intereses del afiliado. ¿Nuestras autoridades estarán a la altura de mejorar alguno de los ejes centrales en el marco de esta reforma previsional?