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Opinión

Corrupción

“Este sistema de corrupción, que se expresa de manera trasversal, incluye a parlamentarios de diferentes bancadas”.

larepublica.pe
Inés Flores

La revelación de que 23 congresistas fueron captados por el expresidente Pedro Castillo para canjear obras, cargos públicos y hasta entrega de dinero a cambio de evitar la vacancia confirma los altos niveles de corrupción que se cocinan en las más altas esferas del poder político. Esta semana, la Fiscalía allanó las viviendas y oficinas de 17 congresistas de los llamados “Niños”, quienes se suman a los otros seis parlamentarios investigados con anterioridad por el mismo caso.

Este sistema de corrupción, que se expresa de manera trasversal, incluye a parlamentarios de diferentes bancadas: Acción Popular, Bloque Magisterial, Perú Libre y Podemos, por ahora. Los observadores de la política nacional consideran que habrá más hallazgos.

El problema no es nuevo. Viene de la época de la dictadura fujimorista. Los peruanos recordamos cómo Vladimiro Montesinos sobornaba a congresistas para impulsar las propuestas del oficialismo. Un video muestra al congresista Beto Kouri recibiendo 15 mil dólares de Montesinos a cambio de apoyo en el Congreso.

La ola expansiva de la corrupción fujimorista sigue haciendo estragos en la política nacional. Fujimori no solo intervino y corrompió los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sino que además destruyó el sistema de partidos. Desde entonces el outsider, el antipolítico, es el personaje principal de la política peruana. La política se ha vuelto sinónimo de corrupción y muchos de sus nuevos actores, de derecha e izquierda, se han esmerado en demostrarnos que los cargos públicos y congresales están hechos para asaltar el botín estatal.

Que los “Niños” sean desaforados y sancionados ejemplarmente. Es la única forma como el Congreso puede disculparse ante la ciudadanía.