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Opinión

Tercera ola en descenso

“Si bien aún no podemos cantar victoria que la pandemia ya haya finalizado, los resultados son alentadores”.

larepublica.pe
“Si bien aún no podemos cantar victoria que la pandemia ya haya finalizado, los resultados son alentadores”.

La tercera ola por ómicron ya está descendiendo en Lima y varias regiones del país, tanto en el número de casos nuevos como en la positividad de pruebas moleculares y de antígenos, las hospitalizaciones están disminuyendo, y todavía se verá por unos días más el incremento en camas UCI debido al mayor tiempo de permanencia en ellas, así como en muertes. Si bien los contagios siguen existiendo y todavía habrá casos graves, estos no han logrado saturar el sistema de salud y eso es algo positivo a resaltar.

Por ello, se ha levantado el toque de queda, se han aumentado aforos y se busca ir a un periodo de transición en esta nueva convivencia con el SARS-CoV-2. Las restricciones a las libertades que hemos sufrido en el Perú han sido mayores a otros países, debido a la pobre capacidad de respuesta de nuestro sistema de salud, que con pocos casos graves ya no había disponibilidad de camas UCI ni oxígeno, resultando en una alta mortalidad como en la primera y segunda ola.

Tener a más del 80% de población mayor de 12 años con dos dosis y la aplicación precoz de la dosis de refuerzo han ayudado a que esta tercera ola sea diferente. Si bien aún no podemos cantar victoria que la pandemia ya haya finalizado (aún estamos en la tercera ola), los resultados son alentadores.

En las próximas semanas, se deberán evaluar qué medidas deberán continuar y cuáles ser ajustadas. Por ejemplo, dejar el uso obligatorio de mascarillas solo para espacios cerrados y que sea opcional en espacios abiertos (calles, parques, playas, etc.), aforos al 100% para clases presenciales y revisión de otros aforos. El requisito del carné de vacunación deberá seguir, particularmente hasta incrementar el porcentaje de personas vulnerables con dosis de refuerzo.

Finalmente, si bien el sistema de salud ha resistido esta avalancha de casos por ómicron, las enfermedades no covid siguen desatendidas y deben ser priorizadas.