Estamos frente a un resurgimiento del COVID-19 en el Perú, al igual que en muchos países. No sabemos si alcanzará los niveles de las gibas de junio y agosto -más de 600 fallecidos/día, según SINADEF- pues estamos aún lejos de esa cifra, si bien los fallecidos diarios han pasado de 75 a 157 en solo 30 días (gráfico).
Los contagios han aumentado: ahora hay un porcentaje de positivos mayor al de meses anteriores, si bien la cantidad de pruebas ha disminuido, tanto las moleculares como las rápidas. Los contagios aumentan con la movilidad de las personas debido a la apertura de la economía. E inciden en un mayor número de fallecidos si nuestro sistema de salud no está a la altura de los requerimientos.
Es lo que sucede. Por ejemplo, aunque el # de camas UCI aumentó hasta 1,500, no cubre el resurgimiento y, por ello, casi en un tris estamos de nuevo muy, pero muy cerca, de no atender en UCI a quienes lo necesiten. Terrible drama nacional.
La pregunta del millón: ¿por qué se ha revertido la baja persistente de los fallecidos durante los últimos 4 meses? Una respuesta sería: no hubo la inmunidad de rebaño que algunos predijeron: el # de contagiados en el Perú es el 38% de la población total, según los estudios de seroprevalencia del MINSA (que aún no se publica). Y la inmunidad de rebaño no se alcanza ni con el 50%, sino con el 80%, como lo ha dicho el doctor Anthony Fauci. O con la vacuna.
Y mientras no la tengamos, se impone tener un plan. Chile, donde hay un rebrote importante, tiene el plan “Paso a Paso”, que comprende indicadores epidemiológicos, de red asistencial y trazabilidad. Si alcanzan un determinado rango, entonces las comunas (distritos) pasan de una fase a otra, para avanzar en el desconfinamiento o para retroceder a medidas de menor movilidad (1).
De las 344 comunas de Chile, al día de ayer 15 estaban en cuarentena, 108 en Transición (fase 2), 188 estaban en Preparación (fase 3) y 33 estaban en fase 4 que permite la mayor cantidad de actividades. Por ejemplo, en Valparaíso las comunas de Concón, Valparaíso y Viña del Mar, retrocedieron de la fase 3 a la fase 2 (transición). Y así.
Aquí el Grupo Prospectiva del MINSA elabora y publica los indicadores. Pero ese tablero de control no lleva a gatillar medidas previamente discutidas y aprobadas al nivel del Consejo de Ministros. Elaborados los protocolos y gatillos, tienen que cumplirse, le guste o no, a algunos ministros, como el de Economía y Finanzas. El MINSA es quien debe mandar aquí. Pero no se oye, padre.
Algunas medidas -si llevan a algún confinamiento- podrían golpear el crecimiento económico sobre todo porque los servicios (restaurantes, talleres, comercios, transporte) son una parte clave del PBI de los sectores urbanos. Ojo, no nos referimos aquí a la autorización de actividades industriales y productivas, que actualmente siguen su curso.
Por eso, el complemento clave es el bono universal que compense la pérdida de ingresos (eso hace el seguro de desempleo en EEUU y Europa) e incentive la demanda, pues se han perdido millones de empleos y la masa salarial ha caído en 33%. Ha sido dramático ver a miles de personas angustiadas, de toda edad y condición, haciendo cola más de 24 horas el 23/12 para cobrar el Bono Universal de 760 soles en el Banco de la Nación de Villa El Salvador y de Villa María del Triunfo (2). Van 10 meses y el reparto del bono todavía genera aglomeraciones. Ya pues.
Es terrible no tener la vacuna, única fuente para la inmunidad de rebaño. Mientras se discuten las responsabilidades en medio de las convulsiones sociales, como la del agro, es imprescindible controlar al virus con el tablero con gatillo y su complemento, el bono universal. ¿Nos darán una ayudita los Reyes Magos?
1 Para conocer cada fase, ver:
https://chile.as.com/chile/2021/01/04/actualidad/1609783342_499803.html
2 Ver América TV:
Sinadef