El hombre es el principal enemigo de la naturaleza. Hay que recordarlo cuando, el miércoles 22, se acaba de celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra, originalmente promovido por el senador estadounidense Gaylord Nelson.
Es el ser humano quien ha producido la devastación ecológica que hoy constituye la amenaza de destrucción de la especie humana. La pandemia misma se ha originado en la ciega dominación sobre el medio ambiente, que nos pone en contacto cada vez con más especies animales, perforando sus ecosistemas.
El hecho de que Australia y la Amazonía sufriesen devastadores incendios, hace pocos meses, fue un nuevo aviso de que toda nuestra relación con el planeta se nos está volviendo en contra.
En esta cuarentena, el aire más puro, las playas pobladas de aves y los animales salvajes caminando por las calles, confirman que el problema somos nosotros.
Deberíamos haber multiplicado los trenes y tranvías, en vez de los automóviles. La Lima de los tranvías era una ciudad bella, sin smog. Pero los rieles, que favorecían el transporte público, fueron cambiados por autopistas para el transporte privado de quienes poseemos automóviles y vivimos en barrios residenciales.
Nuestro cielo sería mucho más limpio con bicicletas, en vez de microbuses y motocicletas. Sustituirlos, hubiera sido, sería, lo racional, lo natural, lo humano. Pero ni lo racional ni lo natural ni lo humano han guiado nuestros pasos. Nos hemos sacrificados ante el ídolo de la ganancia en el altar de los negocios sacralizados. La contaminación, como la corrupción, ha sido requisito y subproducto de esta lógica.
No es un problema exclusivo del Perú. La humanidad ha despilfarrado en armamentos lo que debió usarse para el beneficio de los seres humanos en una perspectiva de conservación de la naturaleza, como acaban de proponerlo ciento setenta académicos holandeses.
A propósito, la prensa estadounidense ha contado lo que el longevo expresidente Jimmy Carter le dijo a Donald Trump: “Temes que China se nos adelante, y estoy de acuerdo contigo. ¿Pero sabes por qué la China se nos adelanta? Yo normalicé las relaciones diplomáticas con Beijing en 1979. Desde esa fecha, ¿sabes cuántas veces China ha entrado en guerra con alguien? Ni una sola vez, mientras que nosotros estamos constantemente en guerra. EEUU es la nación más guerrera en la historia del mundo, porque quiere imponer Estados que respondan a nuestro gobierno y a los valores estadounidenses en todo Occidente, controlar las empresas que disponen de recursos energéticos en otros países (…) Hemos desperdiciado US$ 300 billones en gastos militares para someter a países que buscan salir de nuestra hegemonía”.
El calentamiento global se volverá irreversible a partir del 2030. Para nosotros, los peruanos, ya está aquí. Somos uno de los países del mundo más afectados por el cambio climático. Se deshielan nuestros nevados. Lima y la costa se van quedando sin agua.
La solución no depende del Perú aislado. Frente al virus y frente al calentamiento global, es indispensable la acción multilateral, tan venida desgraciadamente a menos.