En Maryland, Estados Unidos, Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart, quienes pasaron 36 años en prisión por un asesinato que no cometieron debido a que fueron arrestados cuando eran adolescentes por la policía de Baltimore y condenados injustamente por un jurado, recibirán US$48 millones de la ciudad después de una votación por parte de la Junta de Estimaciones de la ciudad de Baltimore.
Los tres hombres tenían 16 años cuando fueron arrestados el Día de Acción de Gracias de 1983. Los acusaron del crimen de DeWitt Duckett, de 14 años. Los declararon culpables de asesinato en primer grado y sentenciados a cadena perpetua. Posteriormente, pasaron 36 años en prisión y hoy están libres porque tras demostrarse su inocencia.
Cabe recalcar que la suma de este pago es el más alto otorgado en Maryland y uno de los acuerdos más elevados para múltiples demandantes a nivel nacional, según Jeffrey S. Gutman, director de la Clínica de Defensa de la Justicia Pública de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington, que realiza un seguimiento de los acuerdos de condenas injustas.
Los tres injustamente condenados eran adolescentes cuando ocurrió el crimen. Foto: CNN
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“El caso atrajo una intensa publicidad en 1983, como uno de los primeros relacionados con el robo violento de equipamiento deportivo. Los fiscales de Baltimore, encabezados por el entonces fiscal estatal adjunto Jonathan Shoup, eligieron juzgar a los menores como adultos”, según el Washington Post.
Durante el juicio, el fiscal Shoup indicó a los abogados defensores que no había pruebas que exculparan a los adolescentes, a pesar de la existencia de informes que mostraban que los testigos no los habían logrado identificar.
Luego de ello, se supo que algunos testigos señalaron a los investigadores que el detective Kincaid y otros allegados a las indagaciones del hecho los obligaron a hacer declaraciones para acusar falsamente a los “Tres de Harlem Park”, quienes fueron declarados culpables y sentenciados a cadena perpetua.
El diario indicó que todas las apelaciones fracasaron, por lo que Watkins y Stewart mencionaron que se habían resignado a vivir tras las rejas. Pero Chestnut no se rindió y continuó insistiendo para que se revisara el caso.
Chestnut presentó una solicitud de registros públicos al fiscal general de Maryland. Gracias a esa petición descubrió que había nuevas pruebas que se ocultaron a sus abogados durante el juicio. Entonces, se puso en contacto con la Unidad de Integridad de Condenas de Baltimore, que veía condenas antiguas, de acuerdo con CNN.
Los investigadores “ignoraron las pruebas de los testigos y las pruebas físicas que contradecían la narrativa elegida, incluidas las pruebas que apuntaban a un sospechoso diferente. En cambio, moldearon la evidencia para implicar a los demandantes, incluso obligando a testigos jóvenes a declarar falsedades”, según la demanda presentada en el año 2020.
El fiscal Shoup murió en 2016 y el sospechoso Willis fue asesinado a tiros en West Baltimore en 2002. Foto: CNN
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La Junta de Estimaciones de Baltimore aprobó el acuerdo de la demanda por cinco votos a cero. Cada uno de los hombres recibirá 14,9 millones de dólares y el bufete de abogados que los representó, Brown, Goldstein & Levy, recibirá 3,3 millones de dólares, según los documentos legales.
El alcalde de Baltimore, Brandon Scott, expresó en una declaración que acuerdos como este buscan reparar “graves injusticias” contra los residentes y sostuvo que las familias involucradas merecen una compensación. “Nuestra ciudad está en una posición en la que en el 2023 literalmente estaremos pagando por la mala conducta de los agentes (del Departamento de Policía de Baltimore) de hace décadas. Esto es solo parte del precio que nuestra ciudad debe pagar para corregir los errores de esta terrible historia”, concluyó.
En el año 2020, los tres hombres demandaron al Departamento de Policía de Baltimore, a Kincaid y a Bryn Joyce, otro detective. Joyce sostuvo que ese año que estaba “asombrado” al enterarse de las exoneraciones y que “nuestro objetivo cuando estaba en la unidad de homicidios era encontrar la verdad, sin importar a dónde nos llevara”.
Cuando se presentó la demanda, Watkins dijo: “Si tomas la vida de tres niños y los destrozas, nadie quiere hablar de eso… Estoy luchando por recuperar mi vida”. El fiscal Shoup murió en el 2016 y el sospechoso Willis fue asesinado a tiros en West Baltimore en el 2002, precisó el Washington Post.