En 2017, en Kiel, una ciudad portuaria del norte de Alemania, el billete de 0 euros se había agotado en apenas 24 horas tras lanzarse una tirada de 5.000 ejemplares, los cuales se habían editado con la intención de convertirse en un souvenir para los turistas.
Estos, pese a que cuentan con la autorización del Banco Central Europeo, lo que significa que son de curso legal, carecen de valor para realizar transacciones. Sin embargo, son venidos por 2,50 euros.
Los billetes de 0 euros fueron una propuesta del estado alemán de Schleswig-Holstein, específicamente del gremio turístico de Kiel, la capital del estado.
Tras su lanzamiento, no solo resultó curioso para los visitantes, sino también para los coleccionistas, que incluso pudieron reservar su billete de 0 euros a través de su portal de turismo antes de que una segunda edición saliera nuevamente a la venta.
La peculiar divisa tiene en una de sus caras el buque alemán Gorch Fock II, un navío que se encuentra en la ciudad de Kiel. Este ya había aparecido entre 1961 y 1990 en los billetes de 10 marcos alemanes.
Mientras que al reverso, se combinan imágenes de los monumentos más representativos de la Unión Europea, como la Sagrada Familia de Barcelona, el Coliseo de Roma o la Torre Eiffel de París.
Esta no es la primera pieza de coleccionista que imita al dinero real de la eurozona. Anteriormente, ya habían salido al mercado monedas de plata de doce, veinte o treinta euros. Piezas de colección, que no son válidas para hacer transacciones.