Colectivos a favor del uso personal de la marihuana mantienen un imponente sembradío en las inmediaciones del Senado de la República, en el centro de la Ciudad de México, que ya acumula más de 350 plantas de hasta 2,5 metros de alto.
Desde el pasado 4 de febrero, el colectivo Movimiento Cannábico Mexicano llegó al parque Luis Pasteur, justo en el cruce del Paseo de la Reforma con la avenida Insurgentes de la capital mexicana, para realizar una manifestación a favor de los derechos de los consumidores de esta planta.
“El objetivo principal es reivindicar nuestros derechos”, dijo a EFE Enrique Espinoza, integrante del colectivo.
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El activista explicó que son cuatro las demandas que tiene su movimiento: "el cultivo sin fines de lucro, la posesión simple, poder fumar en espacios públicos libre de riesgos y daños y, sobre todo, un trato digno".
Puntualizó que buscan que se deje de criminalizar y estigmatizar a las personas que consumen esta planta ya sea con fines medicinales o por consumo personal.
La iniciativa surgió el año pasado luego de que diversos colectivos a favor del consumo del cannabis se manifestaran en el Zócalo capitalino para reivindicar sus derechos y, al no tener respuesta de las autoridades, decidieron empezar esta plantación de manera no clandestina.
"Si no lo querían hacer ellos, creímos que era tiempo de hacerlo nosotros. Y hacer historia", manifestó.
El sembradío, conocido como Plantón 420, empezó con 32 plantas y ahora cuenta con unas 350, aunque en dos jardineras están las más altas y frondosas, a las que han puesto simpáticos nombres como María Sabina o Tin Tan, en honor al icónico comediante mexicano.
Aunque la mayoría de las plantas fueron sembradas de manera intencional, existen algunas que nacieron a partir de las protestas que se realizaron en las inmediaciones del Senado el año pasado, por la legislación del cannabis en el país.
Durante las manifestaciones, algunos usuarios tiraron semillas de marihuana en las jardineras que conforman el parque y la lluvia y condiciones del suelo permitieron que crecieran más plantas.
Espinoza explicó que este espacio está abierto al público que quiera informarse sobre los beneficios y uso de la planta, y también busca ser una zona de consumo seguro, aunque está prohibida la venta.
Sin embargo, debido a las restricciones derivadas de la crisis del coronavirus, se ha reducido el aforo y se pide el uso de cubrebocas y gel antibacterial. Además, los visitantes que llegan a consumir marihuana no pueden permanecer más de 30 minutos.