Algunos perros suelen ser relegados por sus dueños a vivir en el techo. Esta práctica es muy común en varios hogares, ya que podría considerarse que no representa ningún peligro para nuestra mascota. No obstante, los especialistas refieren que esta situación tendría varios riesgos que afectaría la salud de un can.
Para conocer a detalle los peligros a los que se expone un cachorro cuando vive en la azotea, conversamos con Ana Martínez, médica veterinaria del hospital veterinario Los Dominicos. Presta atención a las diferentes circunstancias que podrían llegar a causar, en casos extremos, la muerte de tu ‘peludito’.
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En principio, la doctora Martínez precisó que las personas que dejan a los perros en la azotea deben comprender que las mascotas forman “parte de la familia”, lo cual implica garantizar que este duerma bajo un techo, se le brinde afecto o se le saque a pasear con regularidad.
El contacto social del perro con el dueño y con otras personas es clave para el bienestar de una mascota; sin embargo, cuando estos viven en el techo, se pierde este vínculo, lo cual influye en su comportamiento.
“Algunas personas piensan que porque hay espacio en el techo el perro puede correr, pero esto no ayuda a socializar al can. Entonces, algunos canes podrían ser más ‘agresivos’. Así, cuando se le abre la puerta y se escapan, tienden a atacar a animales o personas porque no tienen como descargar su energía o socializaron de forma adecuada cuando fueron pequeños”, indicó la veterinaria Martínez.
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La ausencia de contacto social podría generar que la mascota tenga un comportamiento más agresivo. Foto: AFP
Los perros que viven en el techo frecuentemente se ven expuestos a los cambios de temperatura. “Si es invierno, habrá demasiado frío, por lo que la comida podría secarse o enfriarse muy rápido. Además, si no están vacunados, podrían adquirir tos de la perrera o algún problema traqueobronquial ligado a los componentes climáticos”, detalló la médica veterinaria.
En cambio, en épocas de verano, los cachorros expuestos al sol por mucho tiempo sin recibir sombra o beber agua fresca podrían registrar shocks de calor, que consiste en el incremento de la temperatura del cuerpo del can. Así, a largo plazo, “podría hasta morir”. Otro efecto negativo es que la comida se fermente, lo cual afectaría a su vez, el organismo de nuestro ‘peludito’.
Las mascotas que viven en la azotea también se ven expuestas a accidentes. De acuerdo con la especialista, la falta de contacto social podría hacer que los canes, al observar a otro cachorro o persona que se acerca, se coloquen en el borde por querer ladrar. Esto podría generar que se caigan del techo, lo que llegaría a causar lesiones graves que pondrían en riesgo su vida.
Las perros que viven en la azotea corren el riesgo de sufrir accidentes. Foto: PETA latino
De acuerdo con la médico veterinaria Ana Martínez, es frecuente que las personas que mantienen a su perro en el pecho descuiden la limpieza del pelo de su mascota, así como de sus dientes. Esto hace que los canes sean vulnerables a tener “pulgas y garrapatas”.
“Las garrapatas son transmisoras de enfermedades hemoparasitarias que pueden generar en el Perú erliquia y anaplasma. Estas dos enfermedades, si no reciben tratamiento o no se detectan adecuadamente, pueden llegar a matar al perrito”, aseveró.
La alimentación que reciben las mascotas que viven en el techo va a depender principalmente de los dueños, según precisó Ana Martínez. En esa línea, la página web del hotel español especializado en canes Oasis detalla que, al estar en una zona alejada en la vivienda, suelen registrar una mala dieta. Esto debido a que las personas ‘olvidan’ con mayor frecuencia darle sus alimentos o agua al no estar cerca a ellos.