A partir del 1 de enero, los productos menstruales no están sujetos a la tasa del 5% del impuesto al valor agregado (IVA) en Reino Unido, lo que era conocido como el impuesto al tampón.
El Gobierno explicó que la modificación fue posible luego de que terminara el periodo de transición del Brexit y gracias a que no existe una ley de la Unión Europea que ordene el IVA sobre los productos sanitarios.
“Estoy orgulloso de que cumplamos hoy nuestra promesa de eliminar el impuesto a los tampones”, resaltó Rishi Sunak, ministro de finanzas del Reino Unido, quien realizó este ofrecimiento para el presupuesto de marzo.
Además, en un comunicado señaló que “los productos sanitarios son esenciales, por lo que es correcto que no cobremos IVA”.
El cambio se da luego de que muchas activistas alzaran su voz de protesta por un impuesto que consideraban “sexista” y “obsoleto”.
Una vez conocida la noticia, Felicia Willow, directora ejecutiva de la Fawcett Society, organización benéfica del Reino Unido que hace campañas por la defensa de la mujer y la igualdad de género, expresó su satisfacción por la histórica medida.
“Ha sido un largo camino para llegar a este punto, pero por fin el impuesto sexista que hizo que los productos sanitarios se clasificaran como artículos de lujo no esenciales se puede consignar en los libros de historia”, declaró.
En noviembre del año pasado, Escocia se convirtió en la primera nación del mundo en aprobar por unanimidad la gratuidad de los productos de gestión menstrual. De esta manera, las mujeres y personas menstruantes accederían de manera gratuita a tampones y toallas higiénicas en entidades estatales.
A nivel mundial, solo unos cuantos países no tienen impuestos agregados a los productos sanitarios como Canadá, India, Australia, Kenia y varios estados de EE. UU.