Cargando...
Género

Hipersexualización infantil y otras prácticas nocivas que fomentan la pedofilia

La pedofilia es un acto totalmente condenable; sin embargo, romances entre adultos y menores de edad, la hipersexualización infantil y el acoso sexual callejero a niñas evidencian cómo hemos naturalizado estas situaciones.

larepublica.pe
cultura de la pedofilia

En los últimos días, Netflix ha sido fuertemente criticada por promocionar la película francesa Mignnones (Cuties) con un póster que sexualizaba a un grupo de niñas que bailan twerking.

Los usuarios de redes sociales no se hicieron esperar y, a través de los hashtags #NetflixPedofilia y #NetflixPedofilo, acusaron a la plataforma de streaming de hipersexualizar a las menores y exponerlas a una situación de vulnerabilidad en la que lo único que se promovía era la cultura de la pedofilia.

¿Qué es la cultura de la pedofilia?

La antropóloga, psicóloga y activista feminista María Angélica ‘Nani’ Pease declaró a La República que la cultura de la pedofilia refiere a la “naturalización de una serie de conductas que hemos dejado de mirar e identificar como extrañas”, a través de las cuales se sexualiza a niñas(os) y adolescentes para fomentar así el morbo hacia ellos y violentarlos.

Pease señaló que estas prácticas culturales, que han sido legitimadas a lo largo de la historia, recién han empezado a ser visibilizadas e instauradas en el debate público gracias a movimientos feministas y LGTBI+. Es así que, por ejemplo, comentó que ahora somos más conscientes de que las víctimas de violencia sexual tienen rostro femenino, especialmente los de las niñas.

¿Cómo se manifiesta la cultura de la pedofilia?

-Acoso sexual callejero a niñas

Durante siglos, el acoso sexual callejero ha sido una práctica aceptada por la sociedad, bajo la justificación de tratarse de ‘halagos’ o ‘piropos'; sin embargo, la realidad es que se trata de una forma de violencia de género.

Si revisamos la edad en que, por primera vez, las mujeres fueron víctimas de esta violencia, podremos darnos cuenta de que estos actos se presentaron desde temprano, a través de silbidos, frases desagradables o tocamientos indebidos en los transportes públicos, aseguró la experta.

acoso callejero

La organización feminista peruana ‘Paremos el acoso callejero’ realizó un sondeo virtual, en el que se concluyó que las mujeres han vivido con ello desde los 9 y 10 años.

-Vínculos amorosos con menores de edad

“Un aspecto que invisibiliza la pedofilia es no nombrarlo como tal”, resaltó Pease. La televisión, música y literatura son claros ejemplos de cómo, en muchas ocasiones, han romantizado y avalado las relaciones sexoafectivas entre hombres adultos mayores y menores de edad.

No obstante, la abogada Parwa Oblitas aclaró en una entrevista con este diario que, a pesar que haya consentimiento entre las partes y/o la menor tenga más de 14 años, no exime que la persona adulta asuma cargos legales.

Tener relaciones sexuales, tener algún vínculo sexual o íntimo, ya de por sí es un delito [con adolescentes]. No puedes meterte con menores de edad”, precisó Oblitas.

En ese sentido, Nani Pease enfatizó que es necesario analizar en estos casos cuánta permisividad existe en todas las instancias: desde la familia, el entorno, hasta los operadores de justicias y los medios de comunicación “que no lo terminan de sancionar”.

“Aquí hay un doble discurso: la erotización [de los cuerpos femeninos] y que las mujeres somos culpables de esto por el hecho de existir”, sentenció.

-Hispersexualización infantil

Cada vez es más común ver a las menores de edad en portadas de revistas con poca ropa y maquillaje, como si fueran mujeres mayores de edad e, incluso en algunos casos, posar de forma sugerente en las redes sociales. Todo ello revela cuán naturalizado se encuentra la hipersexualización infantil, sobre todo en el ámbito mediático, indicó María Angélica Pease.

Estos mensajes socioculturales suponen un sinnúmero de peligros para las niñas y la sociedad en general. Anteriormente, la psicóloga Frida Romero Mezarina aseveró a este diario que, mediante estos patrones, se normaliza el consumo de cuerpos infantiles y, por ende, se fomenta la cultura de la pedofilia.

La hipersexualización infantil puede afectar la percepción personal y autoestima de las niñas. (Foto: Composición LR/BBC/Tanglewood)

Infantilización de los cuerpos

Además de lo ya mencionado, la cultura de la pedofilia también impulsa a que la población femenina adulta cumpla con ciertos cánones de belleza para tener un aspecto de niñas o adolescentes. Ejemplos de ello, indicó Pease, lo observamos en la depilación de vellos corporales o en el sometimiento de cirugías o tratamientos para lucir más joven y tener la piel ‘como de un bebé‘.

“Albert Bandura, un gran teórico de la psicología, planteaba de que hay un deseo de reproducción de la conducta luego de consumir determinados productos culturales. Entonces, hay un aprendizaje imitativo”, explicó la especialista.

De este modo, afirmó que, si uno se expone continuamente a una noción estética —con determinado color de piel, ojos y edad—, nos convertimos en perpetradores de mensajes nocivos hacia la mujer, en el que se rechaza su cuerpo y edad.