Los pasquines estadounidenses e ingleses durante el fin de semana se han dedicado a difundir la noticia del audio en el que la esposa del archifamoso actor de Hollywood Johnny Depp (el capitán Jack Sparrow de Piratas del Caribe), la también actriz Amber Heard, admite que le pegaba y que no sabía si podría contener su violencia y seguirle tirando sartenes y ollas por la cabeza: “No te puedo prometer que no te voy a volver a agredir físicamente. Dios, sabes que me enojo tan jodidamente que me vuelvo loca a veces…”, es lo que se escucha en el audio que Depp ha entregado como parte del proceso de divorcio que lleva más tiempo que el mismo matrimonio entre ambos.
Junto con el audio, también ha entregado unas fotos de su dedo medio cercenado en una meninge por, supuestamente, la exesposa durante una estancia de ambos en Australia. El divorcio se inició cuando Amber Heard denunció a Depp por maltrato y violencia doméstica. Él en todo momento negó los cargos y sostuvo que nunca había maltratado a una mujer. Sobre este punto, su expareja la cantante francesa Vanessa Paradis, la madre de sus dos hijos, también ha testimoniado a favor del actor.
Personalmente debo hacer una confesión: soy una fanática de Johnny Depp. Me parece un actor estupendo, camaleónico, con una tristeza profunda que trasluce en sus propios personajes, pero a su vez, tremendamente vivaz e inteligente, como para impregnar en el Chico manos de tijera o en Gilbert Grape una calidez especial que se transfigura en el personaje. Sobreactuado como Jack Sparrow o como Toro, el compañero del Llanero Solitario, incluso como Ed Wood, su versión de diversas comedias lo confirman como uno de los grandes actores contemporáneos. Me entristeció saber que había sido cancelado como intérprete de varios personajes de películas por las acusaciones por violencia doméstica y la orden de restricción de una corte americana frente a Amber Heard.
Ahora los antifeministas están usando esta situación para sostener que no existe la violencia de género. Muy por el contrario, las excepciones existen y veremos en las cortes quién dice la verdad sobre qué tema en el caso Depp-Heard, pero que ella lo haya maltratado físicamente no desdice que millones de varones descarguen sus ansiedades y frustraciones a golpes contra las mujeres. No queremos violencia ni de un lado ni del otro.