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Estados Unidos

Quién le conviene a América Latina entre Trump y Kamala sobre migración, deportación y narcotráfico en EE. UU.

América Latina enfrentará cambios en migración, deportación y narcotráfico según quién gane las elecciones en EE. UU. entre Donald Trump y Kamala Harris, cuyas políticas podrían impactar de forma crítica a la región.

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Las elecciones de EE. UU. el 5 de noviembre de 2024 podrían alterar drásticamente la relación con América Latina. Los candidatos Trump y Harris presentan visiones opuestas sobre migración y narcotráfico. Foto: EFE / EITB

Las elecciones de Estados Unidos el 5 de noviembre de 2024 podrían definir el futuro de la relación entre EE. UU. y América Latina en temas cruciales como migración, deportación y narcotráfico. Con candidatos como Donald Trump y Kamala Harris, América Latina debe evaluar quién le conviene más, ya que sus políticas pueden repercutir en aspectos sociales, económicos y de seguridad en la región. Ambas figuras representan visiones políticas opuestas que podrían influir considerablemente en el contexto latinoamericano.

Las políticas de Trump y Harris generan tanto oportunidades como desafíos. Trump defiende un enfoque proteccionista y de mano dura, mientras que Harris podría seguir una línea más moderada, similar a la de la administración Biden, buscando diplomacia y soluciones a largo plazo en temas de migración y seguridad. A continuación, se analizan los posibles escenarios según cada tema.

Política de migración y deportación en EE. UU.: el enfoque de Trump frente a Harris

La política de migración y deportación es un tema central en la agenda de ambos candidatos. Donald Trump ha prometido endurecer las medidas de control fronterizo y las políticas de deportación. Durante su primer mandato, implementó restricciones severas a la entrada de inmigrantes y fortaleció las deportaciones, incluso proponiendo la construcción de un muro en la frontera con México. Para América Latina, su triunfo podría significar mayor presión sobre gobiernos de la región para limitar el flujo migratorio hacia EE. UU., así como la amenaza de una serie de deportaciones masivas, según lo declarado por el propio Trump en diversas ocasiones.

En cambio, Kamala Harris tiene una postura menos drástica en temas de migración. Su administración buscaría apoyar a los "Dreamers" y evitaría las políticas de deportación masiva. Harris seguiría la línea de regularización migratoria impulsada en la administración Biden, aunque sin cambios radicales. Esto podría brindar una oportunidad a América Latina para negociar acuerdos migratorios más flexibles y menos confrontacionales.

Kamala Harris apareció junto a Barack Obama en su último mitin en Estados Unidos. Foto: CNN en Español

Narcotráfico y seguridad: las visiones de Trump y Harris en América Latina

El narcotráfico y la seguridad son temas de alta prioridad tanto para Estados Unidos como para América Latina. Donald Trump propone una estrategia de militarización para frenar el tráfico de drogas, especialmente de fentanilo. Durante su primera administración, su enfoque fue fortalecer las fronteras y ampliar el presupuesto de seguridad en perjuicio de los programas de salud pública. Además, podría presionar a México y a otros países para que acepten una colaboración de fuerzas de seguridad estadounidenses, con el objetivo de controlar el flujo de narcóticos hacia Estados Unidos.

Kamala Harris, en contraste, plantea un enfoque menos agresivo. Ha manifestado su intención de adoptar una política de salud pública para tratar el problema de las drogas, promoviendo la regulación y reducción del daño en lugar de la militarización. Harris podría buscar un enfoque diplomático que respete la soberanía de los países latinoamericanos, mientras que mantiene colaboraciones para frenar el narcotráfico, especialmente en la frontera con México.

Comercio y economía: impactos de las políticas de Trump y Harris en América Latina

En el aspecto económico y de comercio, Donald Trump reafirma su política de “America First”, lo que incluye la posible revisión del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) en 2025. Trump buscaría un acuerdo que favorezca aún más a Estados Unidos e imponga restricciones a las importaciones, afectando a las exportaciones de América Latina. Su enfoque es fortalecer la producción en suelo estadounidense, lo que podría reducir las oportunidades comerciales para América Latina en el mercado estadounidense.

Por su parte, Kamala Harris no ha dado señales de renegociar el T-MEC de forma significativa, lo cual podría traducirse en una relación comercial más estable para América Latina. A pesar de que Harris priorizaría las políticas internas de EE. UU., su enfoque en el comercio es menos proteccionista que el de Trump, lo cual permitiría la continuidad de los intercambios comerciales con la región sin cambios drásticos.

Donald Trump prometió "sacar del negocio" a los cárteles si gana las elecciones de EE. UU. Foto: The New York Time

Estabilidad democrática en América Latina: Trump y Harris ante la democracia

La estabilidad democrática en América Latina podría verse influenciada según el próximo presidente de Estados Unidos. Donald Trump ha sido criticado por su acercamiento a líderes autoritarios y su postura aislacionista. En su primer mandato, mostró afinidad con figuras como Jair Bolsonaro y no intervino en conflictos diplomáticos que afectaban la estabilidad democrática en la región. Esto podría agravar las tensiones en América Latina y abrir espacios para la influencia de otros actores, como China y Rusia.

Kamala Harris, por otro lado, parece inclinarse hacia una postura pro-democracia que buscaría fortalecer la estabilidad en América Latina. Al igual que Biden, Harris intentaría contrarrestar la influencia de potencias externas y promover alianzas estratégicas con gobiernos que respalden los valores democráticos. Esto podría ser favorable para América Latina, ya que habría un apoyo más activo de EE. UU. en temas de gobernabilidad y seguridad.

Cambio climático y acuerdos ambientales: prioridades de Trump y Harris

El cambio climático es un punto de división clave entre los dos candidatos. Donald Trump es conocido por su postura escéptica hacia el cambio climático y sus políticas de incentivo a la industria de combustibles fósiles. En su administración anterior, retiró a Estados Unidos de acuerdos ambientales importantes y bloqueó regulaciones para limitar las emisiones. De ganar, Trump no priorizaría el combate contra el cambio climático, lo que impactaría en los acuerdos ambientales multilaterales de los que América Latina es parte.

Kamala Harris, en contraste, ha prometido mantener a Estados Unidos en acuerdos internacionales y dar prioridad a la conservación de recursos naturales críticos, como el Amazonas. Para América Latina, esto representaría un aliado en temas de sostenibilidad y protección ambiental, ya que Harris busca integrar el cambio climático en su agenda política.