El próximo martes 5 de noviembre de 2024, Estados Unidos vivirá un día crucial con las elecciones presidenciales. La carrera por la Casa Blanca se encuentra en pleno apogeo, y tanto la vicepresidenta Kamala Harris, del Partido Demócrata, como el expresidente Donald Trump, del Partido Republicano, buscan asegurarse el mayor apoyo posible. Los últimos sondeos revelan datos que podrían definir el rumbo de la contienda, aunque la incertidumbre sigue presente.
Cada votación en los estados bisagra es esencial, ya que determinarán el destino de los votos electorales. Foto: UNO TV
El sistema electoral en EE.UU. no se basa en el voto directo del ciudadano, sino en un proceso indirecto a través del Colegio Electoral. Cada estado asigna un número de electores que corresponde a su representación en el Congreso. En 48 estados y Washington D.C., el candidato que obtiene más votos se lleva la totalidad de los electores de esa jurisdicción, sin importar el margen de la victoria. Las únicas excepciones son Maine y Nebraska, que reparten sus electores de manera proporcional.
Para ganar las elecciones presidenciales, un candidato necesita al menos 270 de los 538 votos electorales disponibles. Este sistema hace que los estados conocidos como "bisagra" o "swing states" sean decisivos. Entidades clave como Arizona, Wisconsin, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania y Nevada son observadas de cerca por los equipos de campaña, ya que podrían definir al próximo presidente.
A medida que se acercan las elecciones, las encuestas nacionales reflejan una competencia ajustada entre los dos principales contendientes. Según el promedio de encuestas de FiveThirtyEight, Kamala Harris mantiene una ventaja ligera sobre Donald Trump. A menos de dos semanas de los comicios, Harris tiene un apoyo promedio del 48,1%, mientras que Trump alcanza el 46,4%.
Cada votación en los estados bisagra es esencial, ya que determinarán el destino de los votos electorales. Foto: RealClearPolitics
Sin embargo, algunos sondeos recientes muestran un panorama distinto. La firma Redfield & Wilton Strategies reportó que Trump superaría a Harris por dos puntos porcentuales, con un 47% de intención de voto frente al 45% de la vicepresidenta. Por otro lado, la consultora TIPP Insights predice un empate entre ambos, con cada uno obteniendo un 48% de respaldo.
Aunque las encuestas nacionales ofrecen una visión general, los resultados en los swing states serán cruciales. Estos estados, que a menudo cambian de partido entre elecciones, tienen la capacidad de inclinar la balanza a favor de un candidato. En Arizona, por ejemplo, Harris llevaba una ventaja considerable a finales de agosto, pero la brecha se ha reducido en los últimos días, lo que ha aumentado la incertidumbre.
Cada votación en estos estados es esencial, ya que determinarán el destino de los votos electorales. Los candidatos y sus equipos prestan atención especial a estos territorios, conscientes de que una victoria ajustada puede garantizarles todos los electores de la región.
Cada votación en los estados bisagra es esencial, ya que determinarán el destino de los votos electorales. Foto: Datawapper
El Colegio Electoral es el organismo que, en última instancia, decide quién será el presidente y vicepresidente de los Estados Unidos. Cada jurisdicción tiene un número de electores equivalente a su representación en el Congreso, y la mayoría de los estados asignan todos sus votos al candidato ganador en esa región. Este método significa que el resultado de las elecciones no siempre refleja el voto popular, como ya ha ocurrido en elecciones anteriores.
Una vez que se contabilicen los votos el 5 de noviembre de 2024, los electores del Colegio Electoral emitirán sus votos en diciembre, y el conteo oficial se realizará en el Congreso el 6 de enero de 2025. El candidato ganador asumirá el cargo el 20 de enero de ese año.