En junio de 2024, Ripley cerró su tienda en el emblemático Jirón de la Unión, uno de los lugares más visitados del centro de Lima. La decisión fue tomada tras años de disminución en ventas, transformaciones en los hábitos de compra y el crecimiento del comercio electrónico. A pesar de la ubicación estratégica y la gran inversión destinada a renovar el icónico Palais Concert, la tienda no pudo mantener sus operaciones.
El cierre de Ripley refleja los desafíos del comercio tradicional en una era en la que la digitalización se ha transformado la manera en que los consumidores acceden a productos. La tienda, que en su momento se mostró una pieza clave para revitalizar el centro de Lima, ahora deja un vacío significativo en el Jirón de la Unión.
Cuando Ripley decidió abrir su tienda en el Jirón de la Unión en 2012, lo hizo con una fuerte apuesta: invirtió 8 millones de dólares en la remodelación del Palais Concert, un edificio histórico que data de 1913.
Este espacio fue modernizado con la intención de convertirlo en un centro de atracción comercial y cultural. Ripley buscó devolverle ese esplendor perdido, creando un espacio moderno que ofrece tanto productos de alta calidad como una experiencia única en el corazón del centro de Lima.
La tienda de Ripley que cerró estaba situada en el Palais Concert, un edificio emblemático del Jirón de la Unión. Este edificio, construido en 1913, fue un punto de encuentro para la alta sociedad limeña de principios del siglo XX, ofreciendo un espacio cultural y social sin igual. En 2012, Ripley vio en este icónico edificio una oportunidad para revitalizar su imagen en el mercado peruano, invirtiendo millones de dólares en su restauración y modernización.
El cierre de la tienda de Ripley en el Palais Concert no solo representa una pérdida comercial para la marca, sino también un golpe para el Jirón de la Unión, que ha visto cómo otros grandes jugadores también han optado por retirarse en los últimos años. Este edificio histórico, que fue un símbolo de la vida cultural limeña, ahora se enfrenta a la incertidumbre de qué marca o marcas ocuparán su espacio en el futuro.
Con el cierre de Ripley, el Palais Concert queda desocupado, lo que ha generado dudas sobre su futuro. Este edificio, que tiene más de 2,000 metros cuadrados de espacio comercial, se considera un atractivo valioso en el centro de la ciudad. Sin embargo, la reubicación de una única tienda que pueda ocupar todo el espacio parece poco probable.
Luis Sánchez, gerente de Investigación y Consultoría de JLL, señaló a Perú Retail que lo más viable sería que el edificio se subdivida en varios locales comerciales. Esto permitiría que diversas marcas se instalen en el espacio que deja Ripley, aprovechando el sótano y los dos niveles del edificio. Esta estrategia de subdivisión permitiría dinamizar nuevamente la actividad comercial en la zona y mantener al Jirón de la Unión como uno de los puntos clave para el comercio en el centro de Lima.