Hace exactamente un mes, el MEF transfirió S/100 millones de la reserva de contingencia para la ampliación del estadio Cuna de la Libertad Americana de Ayacucho. Carlos Oliva, presidente del Consejo Fiscal, ve inconsistencias con la nueva política de austeridad fiscal, en días en que el gobernador Oscorima da la hora ante la Fiscalía.
—¿Por qué transferir S/100 millones de la reserva de contingencia para un estadio?
— El que tiene que dar la explicación es el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Y creo que la ha dado, de alguna manera. He visto en algún lado un comunicado en el que explican que, así como Ayacucho, se ha dado dinero a otras regiones. No es inusual que a lo largo del año se den algunos dineros extras para financiar determinados proyectos.
—¿El proyecto lo justifica?
—Yo no sé si está bien justificado, o si el expediente técnico es correcto. Si quieren hacer un estadio, pues, de acuerdo a las circunstancias de Ayacucho, sería una locura hacer un estadio tipo Monumental para un evento. En Ayacucho, la población es mucho menos que la de Lima; entonces, un estadio de 20.000 o 25.000 personas puede ser adecuado. Yo no sé si el estadio es para eso. Sí, hay un montón de temas técnicos de los que yo no tengo la respuesta porque no he visto el proyecto. Lo que sí dijimos en su momento es que la situación no estaba para eso.
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—Por las reglas fiscales.
— Justamente. Si tú quieres cumplir con la regla fiscal, pues no te pongas a dar plata que no tienes. Pero, digamos, más allá del tema macro, sinceramente, no es tan raro que a lo largo del año se dé dinero a algunos proyectos que no fueron incluidos en la ley de presupuesto. Y así uno tiene mayor sospecha de que ha habido algún tipo de problema. Un tipo de corrupción, digamos, que den plata a cambio de algo; eso es otro tema.
—El Decreto de Urgencia 006-2024 salió en marzo.
—Llama la atención que haya sido a inicios del 2024, porque, por lo general, cuando tú haces esas transferencias, las haces más entrado el año. Tu presupuesto está enterito. Entonces, si los Gobiernos regionales, en este caso, tienen su presupuesto prácticamente entero, ¿a cuento de qué agarran más plata? Pero, bueno, al final, esa decisión ha tomado el MEF.
—Y, sobre todo, tomando en cuenta que la ejecución el año pasado fue baja.
— Exactamente. Y se trata de un proyecto previsible. Yo supongo que la sede de los Juegos Bolivarianos en Ayacucho debe estar adjudicada hace dos, tres años, no sé, pero con bastante antelación. Entonces, no es un proyecto que te ha salido debajo de la tierra. Es un proyecto que ya se conocía. La pregunta realmente es ¿por qué no incluiste ese proyecto en la ley de presupuesto que ha sido aprobada hace seis o cinco meses?
—Supongamos que no es corrupción. ¿Al menos, sí es un tema de ineficiencia del gasto?
—De pobre planificación, te diría. Porque, si vas a tener un evento internacional que ya se conoce, esa plata tienes que preverla. Ahí es donde debe enfocarse la pregunta: ¿por qué no lo incluiste en su momento? Bueno, la respuesta la tiene el ministro anterior [Contreras].
—¿Y era necesario sacar dinero de la reserva de contingencia? ¿No había otro sitio?
—No hay de otro sitio, a menos que quieras ‘chocolatear’ el presupuesto de Ayacucho. O sea, que dejes de hacer una obra para hacer otra. Una por otra, digamos. Pero si quieres que sea un adicional durante la ejecución, la reserva de contingencia es el mecanismo que normalmente se utiliza. El otro son los créditos suplementarios, pero eso sucede cuando tienes ingresos por encima de lo planeado.
—Eso es más común, ¿no?
—No, porque por lo general los ingresos van por debajo de lo planeado. Entonces, salvo en la época de Castillo, que ahí se volvieron, digamos, muy... dadivosos, y empezaron a repartir plata por todas partes. Porque, justamente, si recuerdas, cuando entró Castillo, el precio del cobre subió un montón y hubo ingresos inesperados. Y en vez de ahorrarlos o dar un buen uso, pues empezaron a sacar decretos de urgencia para financiar un montón de proyectos, muchos de los cuales están en la Fiscalía.
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—¿Para qué sirve la reserva de contingencia? Para que lo entiendan los lectores.
—Tiene dos funciones. Una es un dinero de emergencia ante imprevistos. Imagínate que haya un terremoto, un ciclón como el Yaku, que fue más o menos inesperado, o, digamos, algo que sea difícil de prever. Entonces, por ley, el 1% de los recursos ordinarios tienen que guardarse, como dinero en la reserva de contingencia, principalmente para estos efectos inesperados.
—¿Y la segunda justificación?
—Es incluir dinero que sabes que lo vas a gastar, pero que no sabes cuánto vas a gastar. Por ejemplo, que el Gobierno piense aumentar el sueldo mínimo, pero no sabes en qué mes lo vas a hacer ni cuánto vas a aumentar. Entonces, en este caso, por ejemplo, también se suele hacer una previsión, haces tus números y dices, mira, voy a poner, por decirte, S/200 millones en la reserva de contingencia para poder financiar un aumento del sueldo mínimo y ya cuando ocurra ese aumento, lo voy a sacar de ahí, ¿no? Por lo tanto, esa, digamos, es una segunda justificación para ponerle plata a la reserva.
—¿Es decir, son recursos de los que no se podría disponer así no más, menos a inicios de año?
— Son gastos que sabes que van a ocurrir, pero que no tienes los cálculos al detalle. Principalmente, en la reserva de contingencia pones estos dineros reservados para estas dos cosas: eventos inesperados y eventos que sabes que van a ocurrir, pero que no tienes los cálculos. A lo largo del año, conforme van pasando los meses, lo puedes ir gastando. Si llegas a setiembre u octubre, y no ha habido ningún imprevisto, entonces, tú puedes decidir que la probabilidad de que pase algo es mucho más baja, así que voy a usar esa plata que yo había puesto para financiar estos proyectos de inversión, por decirte algo. Normalmente, la plata de la reserva de contingencia suele gastarse más hacia la segunda mitad del año, cuando ya tienes más clara la cosa.
—¿Cómo quedan la Presidencia y el MEF en este caso?
—La verdad es que, desde el punto de vista político, no era lo más adecuado, justamente, cuando está todo el tema del gobernador. Pero ese es un tema más político que técnico. Digo, técnicamente, puede haber una justificación, es posible. Pero, políticamente, no era lo más apropiado. Y, sobre todo, cuando también el MEF está anunciando medidas de austeridad.
Incongruencia. Se han dispuesto recursos del fondo de contingencia solo al inicio del año. El MEF deberá explicar las razones. Foto: difusión
—¿Estas transferencias no contrastan con la nueva política de austeridad fiscal del MEF?
— El MEF no se condice. Porque, en el mismo decreto que piden austeridad, dan millones a esto. Entonces, nuevamente, lo máximo que podemos pedir nosotros son explicaciones, ¿no? Al final, son decisiones que se toman dentro del marco legal, pero llama la atención que puede no haber tenido, pues, suficiente sustento técnico.
—¿Estos recortes en el gasto público alcanzarán para que no falten recursos a fines de año?
—Si realmente se quiere llegar al déficit de 2%, va a ayudar. Pero yo creo que no va ser suficiente. Necesitamos un par de cosas más. Primero, seguir con la optimización del gasto. En segundo lugar, elevar los ingresos. Y para eso es sumamente importante recuperar el ritmo de crecimiento. Ya hemos tenido un par de meses relativamente buenos a como veníamos el año pasado, aunque marzo parece que no viene tan bien.
—¿El retiro de los fondos de AFP modificaría el escenario?
—El hecho de que estén mejorando, aunque levemente, las expectativas, nos dan alguna esperanza de que podamos llegar a ese 3% de PBI que estaban planeando MEF y BCRP. Ahora, el retiro del dinero de las AFP puede dar un impulso adicional. Podríamos estar hablando ya de una cifra cercana al 4% y eso, definitivamente, va a tener un impacto positivo en la recaudación, sobre todo en el IGV.
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—Pero si hablamos de austeridad, todavía queda el tema de la Municipalidad de Lima.
—El Consejo Fiscal ha sido claro al respecto, y es responsabilidad hasta el final del MEF también. Los números muestran un financiamiento excesivo y al mismo tiempo relativamente caro. Compromete recursos para 20 años. El alcalde, al final, está aprovechando las circunstancias y está haciendo lo que él piensa, pero el rector de las finanzas públicas es el ministro de Economía.
—¿Qué se puede advertir?
— Que se comprometen recursos para las próximas cinco administraciones, cinco alcaldes. A nosotros (Consejo Fiscal) los números nos dan que es complicado para la Municipalidad de Lima. El MEF tendría que decir ahí qué opinan, porque el Consejo Fiscal, al final, lanza opiniones simplemente, pero si hay algún tipo de riesgo, el que lo tiene que asumir es el MEF.
— ¿Considera que no ha habido un pronunciamiento contundente todavía del MEF sobre el caso? —Lo que ha habido en todo caso es este ida y vuelta, porque en algún momento le cortaron el caño, y después, a las dos o tres semanas, sacan otro. Finalmente, creo que el alcalde está aprovechando las circunstancias y está haciendo lo que él piensa, pero el rector de las finanzas públicas es el MEF. Entonces, el MEF es el que tiene que pronunciarse al respecto y decir si, efectivamente, la Municipalidad de Lima cuenta con esas espaldas financieras para hacer lo que pretende hacer, o si es un tema de imprudencia. Como digo, el Ministerio de Economía es el rector y no puede ponerse de lado cuando suceden estas cosas.