La segunda temporada de pesca industrial de anchoveta ya completó 1,2 millones de toneladas métricas (TM) desembarcadas, lo que representa el 71% de la cuota total asignada para el stock norte-centro que asciende a 1,6 millones, de acuerdo con Ángel Perea, coordinador del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) en Chimbote.
En opinión de expertos consultados por este medio, la segunda temporada que inició a fines de octubre de 2023 no completaría la cuota asignada, pues en enero de cada año en condiciones normales —sobre todo en la primera quincena— la anchoveta alcanza su pico reproductivo.
“Veo bien difícil que se logre la cuota. Ya estamos en enero, si la anchoveta empieza a reproducirse, se tiene que parar (la actividad)”, sostuvo Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías de Oceana Perú.
En esa línea, el ingeniero pesquero Elmer Nieves anotó que la incidencia de juveniles en mayor abundancia en cada temporada —sobre todo en esta que está en curso— debe ser motivo de estudio. Algunas razones detrás podría ser el instinto de supervivencia de la anchoveta frente a un clima anormal, la presión de la pesca, la contaminación, entre otras situaciones que las autoridades deberían encargarse de comprobar.
“Lo recomendable es que se evite la captura de tallas menores a 12 cm, dejar que las condiciones ambientales se normalicen y el recurso se recupere, para que luego la industria continúe con sus actividades”, sostuvo.
Mientras tanto, los pescadores embarcados siguen reportando numerosos casos de enmallamiento, que es cuando la anchoveta juvenil queda atrapada en la red, la limpieza de esta puede tomar hasta dos días.
Además, el Sindicato de pescadores del Puerto de Chimbote José Olaya Balandra están solicitando, mediante un pronunciamiento, la renuncia del director científico de Imarpe, Renato Guevara, por no emitir el informe que recomienda el cierre de la temporada ante la alta presencia de juveniles.