El Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó, este martes 11 de octubre, un mensaje a los Gobiernos: que no olviden contener su gasto, en plena espiral inflacionista y en medio de una crisis del coste de la vida mundial. Asimismo, pidió tomar medidas para ayudar a los más vulnerables.
En su informe de perspectivas mundiales, la institución dedica un extenso apartado a la inflación y a las medidas para atajarla. Así, celebra que los bancos centrales estén ya actuando y subiendo los tipos de interés para tratar de contener los precios, mientras que pide a todos los países que acompañen con su política fiscal en esta batalla.
“Las tasas de interés y los precios de los activos de riesgo vienen comportándose de forma extremadamente volátil desde abril, como consecuencia de la mayor incertidumbre en torno a las perspectivas económicas y de política,” señala el reporte.
En cualquier caso, el director de Investigación del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, consideró que los tipos de interés estaban “históricamente bajos” debido a la pandemia, y lo que se está viviendo ahora con su subida es una “normalización de la política monetaria”, que consideró “muy apropiada”.
El informe admite que debe haber medidas para ayudar a los más vulnerables a sobrellevar el encarecimiento de la vida, pero insiste en el papel de los Gobiernos en buscar la consolidación fiscal y tratar de reducir su déficit público para evitar que su deuda siga creciendo.
El primer objetivo, recalca, es la estabilidad de precios, sin la cual “cualquier beneficio que produzca el crecimiento económico corre el riesgo de verse engullido por el elevado coste de la vida”.
El Fondo da por hecho que contener la inflación tendrá un coste sobre los mercados laborales y los salarios, dado que habrá más desempleo y los sueldos se resentirán a medida que la política monetaria se endurezca.
Por eso, considera que cada país tendrá que tomar medidas dependiendo de sus circunstancias y del tiempo que le vaya costando a cada uno acabar con la elevada inflación.
Mientras dure este ajuste, insiste, hay que “proteger a los más vulnerables”, aunque también considera que se debe “compensar cualquier nuevo aumento de gasto”.
Por ejemplo, reconoce la presión que tendrán muchos Gobiernos si tienen que decidir, en un momento como este, subidas de sueldo de los empleados públicos por encima de la inflación.
“Si no hay contracción fiscal por otro lado, o si hay aumentos de gasto público sin financiación suficiente o bajadas de impuestos, la inflación subirá más y hará más difícil el trabajo de los gobernantes”, avisa el informe.
Finalmente, el FMI se muestra contrario a que se le ponga tope a los precios de los alimentos o la energía, como se está proponiendo en muchos países, una medida que a la larga “beneficia más a los que más consumen que a los que más lo necesitan”.
Con información de EFE.