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Domingo

Moda a conciencia

Surge una nueva generación de diseñadoras peruanas sin miedo a abordar en sus colecciones problemáticas como el acoso callejero y la conservación de los océanos.

larepublica.pe
Colección “Resurgir” de Susana Farro, con prendas hechas de biomateriales. Foto: PUCP

Como joven diseñadora de modas, a Luccia Balvín (24) no le resultaba sencillo salir a la calle con la ropa que quería usar. ¿Ponerse una falda? Genial, pero iba a ir en bus a la universidad. ¿Usar shorts aprovechando el sol? Le encantaría, pero ¿y si le decían cosas en la calle?

Luccia vivía –vive– lo que muchas mujeres peruanas experimentan todos los días antes de cruzar la puerta de la calle: el miedo al acoso callejero. Y el miedo a que las prendas que elijan ponerse puedan propiciar las situaciones de acoso.

Ella es consciente de que no es su culpa. Y que tampoco es la culpa de la ropa que se pone. La culpa es de los agresores.

Por esa razón, este año, cuando barajaba cuál sería el tema de su colección de fin de curso de la carrera de Arte, Moda y Diseño Textil de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), decidió que el tema sería ese: la situación de opresión que viven las mujeres frente al acoso en las calles.

Primero hizo un trabajo de investigación, entrevistando a decenas de mujeres, de diferentes edades y procedencias, y escuchando sus historias de acoso, algunas de ellas realmente perturbadoras. Después de tener el concepto y los mensajes claros, se dispuso a crear las prendas.

El último miércoles, Luccia mostró su trabajo en el desfile de modas que organizó la universidad como parte del Quinto Festival de Creación PUCP.

La colección se llama “Rompiendo esquemas” y se dividió en dos líneas. La primera, con prendas que transmiten esa sensación de opresión, de estar bajo una mirada masculina que cosifica todo el tiempo. La segunda, con camisetas y trajes que expresan el hartazgo y gritan basta.

–El diseño de modas no va a dar soluciones al problema del acoso –dice la joven diseñadora–, pero sí puede ayudar a visibilizar esta problemática y a que puedan entenderla no solo las personas ligadas al mundo de la moda, sino cualquier persona en general.

Conexión con el mar

Susana Farro (24) es egresada, como Luccia, de la carrera de Arte, Moda y Diseño Textil de la PUCP. Como ella y otra decena de diseñadores y diseñadoras, presentó su colección de fin de curso en el Festival de Creación. En su caso, fue un conjunto de prendas que abordan otro asunto de importancia vital en estos tiempos: la conservación de los océanos.

La familia de Susana es de la costa norte y por eso ella tiene una conexión especial con el mar, ha visto el trabajo de los pescadores artesanales y le preocupa lo que sucede con la contaminación del mar y con la sostenibilidad de los recursos marinos.

La colección que presentó se llama “Resurgir” y está inspirada en las culturas prehispánicas de la costa norte, en particular la cultura Chimú, y en la conexión y armonía que estas tenían con el medio ambiente en el que vivían.

Sus prendas están hechas de biomateriales en los que se combinan redes de pescar recicladas, algas marinas y gelatina, teñidas con tintes naturales como la cochinilla y el índigo. Los diseños están inspirados en la iconografía chimú, como pescados, pelícanos, y en las estructuras –voluminosas, semicirculares– de la ciudadela de Chan Chan, en Trujillo.

–El nombre de la colección está inspirado en el reciclado de las redes de pescar, en esta nueva vida de los materiales marinos y en el actuar del usuario, teniendo prácticas más sostenibles –dice Susana.

–Los diseñadores de ahora tienen mayor conciencia sobre el contexto en el que viven –dice Edward Venero, director de la carrera de Arte, Moda y Diseño Textil de la PUCP. –Tienen nuevas maneras de abordar diferentes problemáticas sociales. Están propuestas como la de Luccia, sobre el acoso, o la de Susana, sobre la conservación de la naturaleza. Y, por supuesto, otras más comerciales.