La noche del 27 de julio de 1987, el entonces presidente Alan García se reunió con su Consejo de Ministros, abrió la sesión a la 20.30 horas y luego de hacer una breve introducción sobre las atribuciones del presidente en sus mensajes al Congreso, comentó que el discurso que había preparado contenía dos partes: la primera era una relación cuantitativa de obras y la segunda se refería al sistema financiero. “El jefe del Estado expresó que era necesario terminar con la oligarquía financiera y que el Estado asumía, por el momento, el control”, dice el acta oficial de la reunión.
Así confirmó García a sus ministros la decisión de estatizar el sistema financiero. Al día siguiente, lo anunció ante el Congreso. En la víspera, dio algunas razones para esa medida. “Señaló, asimismo, que los graves problemas de desigualdad social planteaban la necesidad de empezar a eliminar los centros de poder, considerando la medida de control del sistema financiero...”, continúa el acta.
De los ministros presentes, el de Industria, Manuel Romero Caro, estuvo en desacuerdo. Dijo que “al convertirse el Estado en el único prestamista de personas naturales y jurídicas, se puede dar lugar a un manejo poco técnico y muy político de la banca y de las empresas, que eventualmente podría estar acompañado de un proceso de corrupción en las operaciones financieras”. Al final, se aprobó el mensaje que daría García.
Al día siguiente en el Congreso, el presidente diría: “Propongo al Congreso su nacionalización y estatización (del sistema financiero)”. Atronadores aplausos de los compañeros en el hemiciclo lo apoyaron. Pero el hecho fue el gatillador de una caída que empezó meses antes y derivó en una inflación de casi 3,000%.
En las actas posteriores se puede ver la preocupación de García por las opiniones en contra de su anuncio y la cobertura que le daban a las manifestaciones del Movimiento Libertad, opuesto a la medida. “El señor presidente mencionó que los mitines son el factor más importante para sostener la posición del gobierno a nivel popular”, dice un acta del 20 de agosto. En el documento, distintos ministros hablan sobre el desabastecimiento en sus sectores. En la siguiente reunión la inflación ya era el tema más importante.
En las actas siguientes, la estatización se sigue discutiendo, pero entran temas como el accionar del terrorismo de SL o el MRTA en el interior del país. “Narcoterrorismo” se decía en el gabinete. Finalmente, el tema se diluye en las actas del Consejo de Ministros. Históricamente, la estatización fue paralizada en el Senado y nunca se expropió nada. El decreto fue derogado en 1990 por Alberto Fujimori. La estatización de la banca, la matanza de los penales, la hiperinflación y obras como el inicio del Tren Eléctrico, entre otros temas del primer gobierno de Alan García, se pueden revisar en las actas guardadas en el repositorio digital de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (http://sisbib.unmsm. edu.pe/Repositorio_ACM/). Allí se puede encontrar las actas del Consejo de Ministros desde el primer gobierno de Manuel Prado Ugarteche, en 1939, hasta el final del gobierno de García, en 1990. El historiador Cristóbal Aljovín solicitó el material y supervisó la digitalización.
“Esas actas son documentos que plasman las posiciones del gobierno. No dirán cosas ocultas, no vas a encontrar ahí casos de corrupción. Son documentos que te muestran las tendencias, el contexto del gobierno. Te grafica cuando un tema se vuelve importante o cuando deja de serlo. Algunas actas pueden ser muy ricas dependiendo de los temas que traten y otras muy aburridas, con cuestiones del día a día, decretos o transferencias de dinero, que se tienen que poner en el acta”, dice.
Arquitecto en Palacio
En la primera sesión del gabinete de Fernando Belaunde, el 28 de julio de 1980, tras el retorno a la democracia, el arquitecto pidió discutir las medidas necesarias “para restablecer plenamente las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento que habían sido vulnerados mediante diversos decretos, leyes y normas administrativas”.
Un hecho importante en este periodo es el conflicto con Ecuador. En la sesión del 30 de enero de 1981, el presidente Belaunde hizo un resumen de los inciden - tes originados por Ecuador en nuestra frontera, en la zona de la Cordillera del Cóndor, que se habían materializado con la incursión de tropas ecuatorianas en territorio peruano.
“(El presidente) agregó que tal incursión había ocasionado que se ordenara a las Fuerzas Armadas, a repeler la agresión iniciada por el Ecuador y que el propio presidente había reiterado [...] las instrucciones impartidas al señor vicealmirante AP, presidente del Comando Con - junto de la Fuerza Armada, en el sentido de que en las quebradas de los ríos Comaina y Afluentes, en nuestra vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor, el pabellón peruano debería izarse y mantenerse en los puestos: PV-22 o Falso Paquisha, PV-3 y PV-4 y que debía efectuarse la limpieza de nuestra zona fronteriza para que no quedara en ella ningún foco de resistencia”.Como se sabe, el conflicto acabó en un mes y las tropas ecuatorianas fueron desalojadas.
Militar revolucionario
“Campesino, el patrón no comerá más de tu pobreza”, decía uno de los eslóganes de la Reforma Agraria planteada por el general EP Juan Velasco Alvarado, en 1969. Esa historia, aunque sin los matices casi épicos que el gobierno militar le insufló en su propaganda, está también en las actas. En la sesión del 23 de junio de 1969, un día antes del anuncio, Velasco decía: “Que en una reunión con los comandantes generales de la FA y las (ininteligible) se ha visto la necesidad de actuar rápidamente promulgan - do la ley de la Reforma Agraria. Asimismo, se debe tener la ley de Seguridad Interior, lista para ser dada en caso necesario”. Toda la sesión se dedica al tema y duró desde las 3.15 p.m. de la tarde del 23 de junio, hasta las 5.30 a.m. del día siguiente.
A lo largo de otras sesiones se sigue tratando el tema, pero también otros de interés para un gobierno militar nacionalista. La intervención a los medios de comunicación, los objetivos del gobierno revolucionario, la posibilidad de un conflicto con Chile, están en las actas de este periodo. Finalmente, la reforma agraria se hizo y los resultados de esa decisión hasta ahora se discuten. En el caso del gobierno de Velasco y su sucesor, Francisco Morales Bermúdez, las actas son bastante detalladas y tienen el sello de “secreto”. Dice el historiador Cristóbal Aljovín: “Las actas están en orden cronológico y falta hacer un índice de los temas de cada acta. No están las actas anteriores a los años 30, no se sabe dónde están. Y temas como el terrorismo o la crisis económica no se pueden ver en una sola acta sino en varias. Todo depende del tema por donde quieras entrar. Esta fuente es la máxima expresión del poder Ejecutivo. Para los científicos sociales es una fuente fantástica”.