Cargando...
Domingo

El hombre que anunció la catástrofe

El físico Ricardo Galvão advirtió sobre el aumento de focos de incendio en la selva del Amazonas. El gobierno de Jair Bolsonaro desconoció sus hallazgos y lo despidió.

larepublica.pe
En una entrevista a Radio Francia Internacional, Ricardo Galvão aseguró que Bolsonaro tenía una "preocupación muy grande" por los personajes a los que considera "de izquierda".

Hubo un hombre que pronosticó los incendios que vienen arrasando miles de hectáreas de la selva amazónica en Brasil, conocida como “el pulmón del mundo”, pues produce el 20% del oxígeno del planeta.

Ese hombre fue Ricardo Galvão, exdirector del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) de Brasil, que advirtió al gobierno de Jair Bolsonaro sobre el aumento acelerado de la deforestación y la propagación de focos de incendio en varias áreas del bosque tropical.

En sus últimos informes, según el diario brasileño O Globo, el físico comunicó que solo en julio se había registrado un incremento de 278% de áreas deforestadas en comparación al mismo mes del 2018, y como resultado, un total de 2.254 kilómetros cuadrados de la selva brasileña lucían como páramos. Respecto a los focos de incendio, el Inpe, que es referencia en la comunidad científica internacional, informó que durante el 2019 se produjeron 72.843, el número más alto de los últimos siete años.

La luz de alarma estaba encendida, pero las cifras, al parecer, no cayeron nada bien al gobierno brasileño, que prefirió negarlas. Bolsonaro acusó al Inpe de mentir sobre los números y sugirió que su administración debería aprobar los datos de la agencia antes de que se divulgaran al público.

Para desacreditar a Galvão, quien llevaba cuatro años en la dirección del Inpe, Bolsonaro dijo que podía estar “al servicio de una ONG”. El gobierno lo censuró y a comienzos de agosto dio su estocada final al destituirlo. “No tiene motivos para reaccionar de manera tan radical”, declaró en su momento el científico.

La consecuencia de este exabrupto la vivimos hoy a través de las noticias que nos llegan del Brasil. Galvão tenía razón. Los expertos indican que la deforestación y la tala indiscriminada de los bosques fueron las principales causas por las que el fuego se propagó como una gran ola oscura por los bosques del Amazonas.

Al cierre de esta edición, las imágenes satelitales mostraban cómo el fuego había consumido más de 600 mil hectáreas de la selva de Brasil, Bolivia y Paraguay, y amenazaba con pasar la frontera del Perú.

Y mientras el ministro del Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, tuiteaba que los incendios fueron provocados por el clima seco, el viento y el calor de la estación; las organizaciones ambientales e investigadores insistían en que la catástrofe había sido precipitada por la mano del hombre, ya sea de forma deliberada o por accidente.

La huella del hombre

En entrevista con CNN, Christian Poirier, de Amazon Watch, dijo que era poco probable el origen de incendios forestales espontáneos en la Amazonía: “Una selva tan húmeda no se incendia tan fácilmente a diferencia del bosque seco en California o Australia”.

El meteorólogo Haley Brink afirmó que los incendios son “definitivamente inducidos por el hombre, que espera la época seca para quemar y limpiar las áreas para que el ganado pueda pastar”.

En la búsqueda de un responsable de la catástrofe, Bolsonaro volvió a culpar a las ONG: “No lo estoy afirmando pero puede estar habiendo una acción criminal de esos oenegeros para llamar la atención contra mi persona”, dijo.

Sin embargo, los analistas indican que ha sido el propio Bolsonaro quien desde que llegó al poder no hizo más que alentar la actividad extractiva. Tras su despido, Galvão lo dejó claro: “El discurso del presidente sin duda ha reforzado las acciones de los taladores ilegales que quieren aprovecharse de la Amazonía. Si quiere negar los datos de la deforestación, le será imposible”, declaró para Radio Francia Internacional.

Incluso, el mandatario despertó polémica hace poco por alentar la minería artesanal: “Ustedes quieren tratar a los indígenas como seres prehistóricos, y hay indígenas que quieren trabajar, producir”, dijo.

La revista científica Nature lo critica al señalar que su gobierno redujo drásticamente el presupuesto para la investigación científica y la protección del medio ambiente y las poblaciones indígenas.

La Sociedad Brasileña para el Avance de la Ciencia (SBPC) vaticinaba el peligro de estas medidas extremas, pero no esperaban que sus consecuencias saltaran tan pronto. Hoy la selva arde y el mundo busca responsables.