Es común observar en los encuentros de la NBA o en algún torneo de baloncesto en el mundo a jugadores de gran altura, incluso superando los dos metros y siendo muy jóvenes.
Hay deportistas que podrían afirmar que les resulta satisfactorio haber nacido con ese biotipo, ya que les permite destacar en el básquetbol; sin embargo, otros podrían indicar todo lo contrario. Es que, en ocasiones, padecen de gigantismo, una enfermedad que, con el transcurrir del tiempo, puede generar serias consecuencias para la salud.
Los jugadores de baloncesto que padecen gigantismo enfrentan diversas consecuencias, tanto físicas como de salud, que pueden afectar su rendimiento en el deporte y su calidad de vida en general. Algunas de las principales complicaciones son:
Varios jugadores de baloncesto han padecido gigantismo, una condición que ha impactado tanto en sus carreras deportivas como en su salud y calidad de vida. A continuación, se mencionan algunos casos destacados y cómo esta enfermedad afectó sus vidas:
Jorge González, con una altura de 2,33 metros, fue uno de los jugadores de baloncesto más altos en la historia. Fichado en 1987 por los Atlanta Hawks, se convirtió en el primer argentino seleccionado por una franquicia de la NBA.
Sin embargo, su carrera en el baloncesto no despegó debido a las dificultades físicas que el gigantismo le generaba: era lento y torpe en sus movimientos.
Posteriormente, González incursionó en la lucha libre profesional, donde adoptó el nombre de "El Gigante". A pesar de una breve carrera en el entretenimiento, los problemas de salud asociados con su gigantismo se agravaron. Falleció en 2010 a los 44 años, tras una vida marcada por las complicaciones físicas y económicas.
Jorge González falleció a la edad de 44 años. Foto: El Confidencial
Roberto Dueñas, de 2,21 metros, fue el jugador más alto de la liga ACB y tuvo una exitosa carrera en el FC Barcelona, donde jugó como pívot durante 9 años. A pesar de sufrir gigantismo, pudo mantener una carrera deportiva relativamente estable, aunque las complicaciones físicas derivadas de su estatura, especialmente problemas crónicos de espalda, lo obligaron a retirarse en 2007.
A lo largo de su carrera, Dueñas tuvo que someterse a varias cirugías para lidiar con los efectos del gigantismo, aunque su impacto en la vida diaria fue más manejable que en otros casos.
Roberto Dueñas tuvo un gran desempeño cuando vistió los colores del Barcelona. Foto: Eurosports
Bienvenu Letuni, quien medía 2,24 metros, llegó a España con el sueño de convertirse en jugador de baloncesto profesional. Sin embargo, antes de unirse a la cantera del Joventut, tuvo que someterse a una cirugía para extirpar el tumor que causaba su gigantismo.
Bienvenu Letuni falleció a la edad de 28 años. Foto: EFE
A pesar de la operación, Letuni nunca logró consolidar una carrera en el baloncesto debido a los problemas de salud que siguieron apareciendo. Después de varios años de dificultades, regresó a su país, donde falleció en 2022 a los 28 años, sin haber podido superar las consecuencias de esta enfermedad.