Por Mariano López V.
Si bien se dio por terminado su cortísimo mandato –menos de dos meses– como presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD), la pesadilla puede continuar para Julio Rivera. Las sospechas iniciales de la Contraloría de la República, que advertían, mediante un informe publicado el 17 de febrero de este año, una posible falta de transparencia en el curriculum vitae del ‘Coyote’, se materializaron en una denuncia penal hacia el exfutbolista y su esposa, Lorena del Rosario Cárdenas.
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De acuerdo a un oficio enviado por el Ministerio de Educación, el ahora expresidente del IPD ha sido denunciado por la presunta comisión del delito contra la administración de justicia–falsa declaración en procedimiento administrativo, mientras que su esposa por la presunta comisión del delito contra la fe pública-falsedad genérica, ambos en agravio del Minedu. Dicho proceso penal fue interpuesto el pasado jueves 10 de marzo.
Pero ¿a qué se debe exactamente la denuncia? Resulta que, en su hoja de vida, el hermano de Paolo Guerrero afirmó tener nueve años de experiencia laboral como director deportivo de su propia academia de fútbol, llamada Escuela de Fútbol Coyote Rivera, en la cual su esposa es administradora. Sin embargo, y según los registros de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), la fecha de inscripción de la escuela es del 18 de marzo del 2019, con sus actividades iniciadas el 4 de noviembre del mismo año. A partir de esta información inexacta, el exfutbolista de Sporting Cristal y Universitario logró esquivar los cuatro años de experiencia en labores vinculadas a la gestión deportiva exigidos por la Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte.
Denuncia penal contra Julio Rivera. Foto: difusión