WWE tuvo un vibrante comienzo de año; primero, Day 1 y luego el tan ansiado Royal Rumble 2022. La gran sorpresa de este último evento fue el regreso de Ronda Rousey, cuya última aparición se había dado en abril del 2019, en WrestleMania 35. La ‘Mujer más Mala del Planeta’ volvió con todo, ya que ganó la Batalla Real femenina.
Con esta enorme victoria, la popular ‘Rowdy’ se ganó el boleto a WrestleMania 38 y el derecho a elegir a quién enfrentarse en la vitrina de los inmortales. En el último episodio de Monday Night Raw, la excampeona de UFC encaró a Becky Lynch, pero advirtió que iba a visitar también la otra marca para toma su decisión.
Y cumplió. Rousey salió en escena al final del capítulo de Friday Night SmackDown, después de la salida al ring de Charlotte Flair. La ‘Reina’ se burló de ella y manifestó que su contrincante para WrestleMania sería Sasha Banks porque Ronda tenía una cuenta pendiente con ‘The Man’, pero se quedó en silencio cuando la vio salir al escenario.
Ronda Rousey, fiel a su estilo confrontacional, encaró de inmediato a la vigente campeona del show azul. Asimismo, le dijo que no era una persona especial y que le enseñará a su hija a “patear traseros” como su madre, y que ella será su primera víctima. Sonya Deville estaba presente en el cuadrilátero e intentó evitar una batalla campal entre ellas dos.
La ejecutiva de SmackDown regañó a ‘Rowdy’, pero esta, sin pensarlo dos veces, la atacó y le hizo su llave maestra con la cual suele romper brazos. Charlotte pudo evitar su ataque y se retiró del ring lentamente. Ambas superestrellas se verán las caras otra vez próximamente, pero lo único seguro es su lucha para al siguiente WrestleMania.