Cada vez se evidencian más casos de abusos sexuales en el deporte de Estados Unidos. Tras dos semanas de que la campeona olímpica Simone Biles y otras tres gimnastas de alto nivel denunciaran ante el Senado “la pasividad culpable” del FBI cuando evidenciaron las agresiones del médico del equipo, Larry Nassar, ahora se destapa un nuevo caso en el fútbol femenino del país.
La Liga Nacional de Fútbol Femenino decidió apartar a la comisionada Lisa Baird, quien renunció entre disculpas luego de que la FIFA anunciara la apertura de una investigación contra el ex entrenador de North Carolina Courage Paul Riley por su conducta abusiva hacia varias futbolistas. Por ello, la Liga suspendió todos los partidos del fin de semana a petición de las deportistas.
“Lamento el dolor que muchas están sintiendo. Reconociendo ese trauma, hemos decidido no salir al campo este fin de semana para darles a todos un espacio para reflexionar”, dijo Baird en un comunicado escrito horas antes de dimitir y de confirmar la suspensión de la liga.
Este caso fue difundido por el diario The Athletic, lo que generó que la asociación de jugadoras exigiera “cambios radicales” en el campeonato nacional.
El caso Riley es el segundo en pocos días: el martes 28 de septiembre, el entrenador del Washington Spirit, Richie Burke, fue despedido tras ser suspendido a raíz de acusaciones de abuso publicada en The Washington Post.
La organización Lauren’s Kids detalló que al menos uno de cada cuatro estudiantes deportistas estadounidenses dice haber sufrido algún abuso. Según indicó, los entrenadores son el grupo profesional más identificado con respecto a casos de agresión sexual.