Cargando...
Deportes

Federico Alonso sobre el reinicio de la Liga 1: “Estoy ansioso por volver. Extraño mucho al fútbol”

El defensa de Universitario Federico Alonso contó que volver a entrenar lo pone ansioso. “Tendremos la vara bien alta cuando se reanude el torneo”.

larepublica.pe
Federico Alonso, de 28 años, es titular en el equipo de Gregorio Pérez.

Para Federico Alonso, su máximo orgullo es haber llegado a Universitario. El defensa uruguayo de 29 años cuenta que regresaría al pasado para ver el sacrificio que hizo, con la ayuda de sus padres, abuelo, quienes lo acompañaban al baby-fútbol. Para el ‘Caballo’, su carrera no fue fácil. Se formó en las divisiones de River Plate de Uruguay durante ocho años, pero no debutó en el club. Villa Teresa de la Segunda División de su país le abrió las puertas para dar el salto a Ecuador. En Aucas y Fuerza Amarilla logró dos títulos de Segunda División, en este último club, alcanzó su máxima continuidad y debutó en la Copa Sudamericana. Pasó por Murciélago de México, pero una lesión en el tobillo le cortó todo. Buscó oportunidades en el Atlético Venezuela y luego volvió a Cerro de Uruguay donde recuperó su nivel.

Cuando todo parecía caerse en el camino, Alonso entrenaba y por la tarde vendía ropa unisex para solventar a su familia. El día más feliz de su vida fue cuando conoció a Deborah y nacieron Luka y Luana. “Son mi soporte y me acompañan a todos lados”. Su ídolo de niño fue Paolo Montero.

Con la paralización del campeonato, a Federico Alonso le toca cuidar de ellos. Anotó pocos goles en su carrera, pero se queda con el primero que marcó con la ‘U’. Sueña con jugar una eliminatoria con la selección uruguaya y tiene otro pendiente: salir campeón en la Primera División.

¿Cómo estás pasando la cuarentena?

Me quedé en Lima con la familia, evitando salir, estar tranquilos y acoplarse a lo que amerita.

¿Cuánto te ha afectado futbolísticamente y psicológicamentente este parón? ¿Te parece raro no ver a tus compañeros, no tener partidos todas las semanas?

Veníamos en una racha muy linda, el último partido del clásico nos dejó la autoestima bien alta. Eso fue positivo para nosotros, pero hemos perdido bastante físico. No es lo mismo que entrenar con los compañeros. Tenemos la vara bien en alto cuando se reanuden los partidos. Se extraña, a uno lo pone ansioso volver a la rutina, estar con los compañeros que es como nuestra segunda familia.

¿Gregorio Pérez y su comando técnico se comunican con ustedes?

Sí, hablamos con todo el cuerpo técnico, hacen llamadas uno por uno, cada día se van turnando. Nos preguntan cómo la estamos pasando, si estamos bien, lo primordial es la salud. A veces a uno lo desespera salir a correr a la calle, pero por la circunstancia no se puede. Hay que querer volver a un nivel alto, en lo personal, me mata.

¿Te sorprendió la grandeza de Universitario, la cantidad de hinchas y el estadio?

Una cosa es que te la cuenten, a mí me la contaron cuando llegué acá. Es un equipo grande a nivel internacional y reconocido. Yo quiero ver más allá, uno quiere conectarse con el hincha y empecé a mirar y a ver el estadio lleno, la gente alentando. Una cosa es mirar y otra es vivirlo. Lo que he vivido con Universitario ha sido muy lindo, a uno se le eriza la piel cuando juegas un partido con toda esa hinchada alentándote todo el partido, te hace sacar fuerzas donde ya no hay. La gente te hace saber que estás en tu casa y que hay que respetarla.

En la Liga planeaban que el fútbol vuelva en mayo, pero a puertas cerradas, ¿qué opinas sobre esta medida?

Es una decisión que hay que ponerla bien en la balanza. Jugar a puertas cerradas, económicamente le va a perjudicar a los clubes, es una decisión complicada que se tiene que tomar. Nosotros estamos preparados para jugar en la altura, llano, con sol, con lluvia, con público o sin público. En la cancha somos once contra once. De local, de visita, la hinchada se hace sentir, el jugador número 12 que está en la tribuna nos favorece, nosotros tenemos que entrenar al ciento por ciento.

Tu primer gol con Universitario, tuviste una celebración muy emotiva. ¿Qué se te pasó por la mente en ese momento?

Se me cruzaron muchas cosas sobre la cabeza, para un jugador hacer un gol en la Libertadores (ante Carabobo) tiene un sabor especial, me nació gritarlo así y que toda la hinchada lo compartiera conmigo fue muy emotivo. Luego quedar fuera de la Copa no fue un golpe duro porque si hubiésemos perdido de otra manera capaz que nos hubiese afectado un poco más.

¿Alguna vez trabajaste paralelo a jugar al fútbol?

A los 21 años, entrenaba en la mañana y trabajaba en la tarde porque ya tenía a Lukita, mi hijo mayor. Tenía que sustentar a la familia y los gastos del fútbol porque el boleto, las zapatillas, las herramientas para entrenar, los gastos de la casa, eran complicados de mantener, entonces si quería jugar al fútbol también tenía que trabajar y en ese momento tocó trabajar de vendedor de ropa unisex, para varón, mujer, bebes, niño o niña.

¿Cuánto influye Gregorio Pérez en el plantel? Tiene una conexión muy cercana al jugador, como un padre

Se hace sentir su presencia, te lo hace valer. Tiene mucho tacto con el jugador, es muy importante para nosotros, te transmite eso. A veces es difícil para los técnicos transmitir eso a los jugadores, a parte del orden táctico y todas las cosas que tenemos que plasmar dentro de la cancha.

¿Cuál es el jugador de Universitario que más te ha impresionado?

Hay grandes jugadores, por ejemplo Iván Santillán. Es un lateral muy completo, lo veo muy bien, si él se propone creo que tiene el techo bien alto para mantenerse. En las inferiores, veo buenos jugadores. Mathías Carpio que recién está agarrando sus armas, creo que hay buen material en futuro para Perú. Van a conseguir grandes cosas.

¿Cómo viviste tu primer clásico con Universitario?, ¿qué recuerdas de esa fecha que también marca la paralización del campeonato?

Es una imagen que se me va a quedar para siempre, mi primer clásico, debutando y ganando. Delante de toda esa hinchada que quería sacar los tres puntos, a uno lo deja satisfecho de que la gente se vaya con esa alegría. De repente el hincha hace mucho sacrificio para llegar a la entrada y poder estar dentro del estadio tres horas. A uno lo satisface que también lo comparta con nosotros.