La temporada 2020 no pasará desapercibida para el fútbol mundial. Junto con la insólita suspensión masiva de las ligas y competiciones alrededor del mundo a causa del coronavirus, el reglamento del balompié sufrirá algunas modificaciones a partir del 1 de julio, aunque la fecha definitiva depende de cuándo se solucione esta emergencia sanitaria global.
Los cambios fueron aprobados en febrero por la F.A. Board Internacional (IFAB), organismo arbitral dependiente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) que se encarga de elaborar las reglas del ‘deporte rey’. Las nuevas normas giran principalmente en torno a tres puntos: las consultas al VAR, la sanción de una falta cuando el balón pegue en la mano de un jugador y el cobro de los penales.
Sobre el videoarbitraje, la recomendación realizada es que los árbitros se apoyen más en este recurso, que en la actualidad no es de consulta obligatoria, pues su aplicación depende del réferi principal de cada encuentro.
Cuando el juez considere pertinente acudir a revisar la jugada, deberá detener el partido en cuanto el balón se encuentre en una zona o situación neutral (es decir, cuando ninguno de los dos equipos esté atacando). Además, se hace énfasis en evitar la divulgación de cualquier conversación ocurrida en la cabina del VAR.
Respecto a las manos, se considerará falta siempre que la pelota toque por debajo de la axila. La interpretación para su sanción deberá regirse por el siguiente criterio: “Si un jugador toca de manera fortuita el balón con la mano, solo será considerado infracción en caso de que la jugada acabe en gol o en ocasión manifiesta de gol . Si la jugada se prolonga y son varios los toques, la mano no se considerará falta".
En el caso de los penales, si el portero infringe las reglas pero la pelota pega en el palo o no ingresa, no será sancionado. Sin embargo, si la situación se repite, el guardameta será susceptible de castigo. Además, en caso de que el arquero y el ejecutor incurran en falta al mismo tiempo, cualquier posible amonestación recaerá sobre el segundo.
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Por último, en caso de las faltas cometidas en una situación manifiesta de gol, si el árbitro concede la ventaja, la tarjeta roja para el infractor se convertirá en amarilla. De igual forma, si el juez deja continuar el juego tras una falta en otra circunstancia, esta ya no se castigará.