Hace unos días el Gobierno Regional de Piura (GRP) inició el retiro de la cancha sintética del estadio Miguel Grau y en 90 días ese coloso volverá a tener grass natural.
La pregunta cae de madura: ¿por qué Piura sí ha podido lograrlo y Chiclayo (con el Elías Aguirre) no?
La República tomó conocimiento que la medida del Gobierno Regional de Piura viene de una serie de gestiones realizadas con anterioridad por parte de la autoridad regional, Servando García Correa. Es así que se logró firmar un convenio con el Instituto Peruano del Deporte (IPD) para que la administración del coloso de la Urb. Miraflores pase al GRP.
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Esto, ante la falta de interés del IPD nacional por iniciar los trabajos de remodelación del mencionado escenario deportivo.
Por esta razón el coloso de Piura estará listo en los próximos meses para ser habilitado nuevamente y donde el recién ascendido Atlético Grau jugaría la Liga 1 y la Copa Sudamericana.
Definitivamente es una muestra de un buen trabajo por parte de las autoridades.
¿Y en Chiclayo? Nada de esto ha sucedido. El gobernador regional Anselmo Lozano solo visitó el estadio y señaló que se debe sanear la parte legal del establecimiento para poder gestionar el dinero de inversión. Han pasado nueve meses desde entonces y no se ha logrado nada con el tema del estadio Elías Aguirre.
Mientras tanto, la comunidad deportiva lambayecana se sigue afectando, ya que el estadio es prácticamente un elefante blanco.