Muchos coincidirán en que la nostalgia es un sentimiento universal, pero fuertemente arraigado a la cultura y circunstancias propias de una persona. En el caso del romanticismo, por ejemplo, se adoptó este sentir como el motor de toda una generación de artistas e intelectuales progresistas. Hoy en día, con el devenir de las redes sociales, son muchos los jóvenes que se identifican con una de sus formas más especiales y quizá menos estudiada: la anemoia.
La anemoia es el término con el que se ha bautizado coloquialmente a aquel sentimiento nostálgico que no está relacionado necesariamente a una vivencia ni propia ni posiblemente propia, mucho menos contemporánea con el rango de años en el que una persona se desarrolla.
En redes sociales y portales como YouTube, existen miles de testimonios de personas, desde jóvenes hasta adultos, que aseguran sentirse identificadas con la acepción moderna de anemoia.
La anemoia se define, de acuerdo a diferentes testimonios e incluso publicaciones, como aquella nostalgia por algo que no se ha vivido, por experiencias no propias y ni siquiera necesariamente reales, sino también imaginarias.
Es muy común que este sentimiento aflore con un entorno específico, esto es, con un tiempo y un espacio definidos, aunque el protagonista no tenga casi ninguna relación con estos.
Puede ser también relacionada con una época pasada como futura, en este último caso, imaginaria. En este sentido, la anemoia suele generarse cuando hay un estímulo, y no solo un pensamiento. Por ejemplo, muchas personas indican experimentarla cuando escuchan música o ven un video y se animan a compartir sus emociones.
“Nuestra mente es capaz de sentir una nostalgia por algo que nunca hemos vivido. Tenemos la capacidad de echar de menos un pasado en el que nunca estuvimos presente”, señala una publicación del portal ABC.
“Tengo este sentimiento cada vez que escucho música antigua, especialmente música clásica. Los sonidos e imágenes realmente pueden viajar en el tiempo. La conexión que obtienes cuando escuchas música hecha por alguien que ha vivido mucho antes que tú, quizá por 100 años, te hace experimentar muchos sentimientos”, señala el usuario Icton en un video de YouTube sobre el tema.
“Mi vida ha sido definida por este sentimiento. Desde que tengo recuerdos, he añorado el experimentar épocas pasadas en primera mano”, apunta otra usuaria, Christine Jones Baraka.
Así, existen muchos ejemplos de personas que aseguran identificarse con lo que en internet se ha bautizado como anemoia. El término aparece en todo tipo de videos sobre el tema, y sobre eventos pasados.
El término se ha hecho muy común con la popularización de videos restaurados de épocas muy antiguas. Gracias a tecnologías como la inteligencia artificial, ahora es posible ver grabaciones de hace más de un siglo como si se tratase de una película moderna, con fluidez en el movimiento, alta resolución y a todo color.
En este tipo de videos, no son pocos los que mencionan sentir añoranza por esas épocas pasadas, pese a que nunca vivieron en estas.
La anemoia también suele ser mencionada por muchos internautas en videos musicales de música futurista, donde suele revelarse un sentimiento de nostalgia por el devenir, el cual encajaría perfectamente en la definición.
La palabra anemoia apareció primero en el idioma inglés. Aunque no está completamente aceptada por diccionarios oficiales, se incluyó por primera vez por John Koenig en 2012, dentro de su obra web The dictionary of obscure sorrows, el cual se enfoca en encontrar palabras para emociones que carecen de un término.
Allí, la anemoia se construyó a partir del griego antiguo ‘ánemos’, que significa viento, y del vocablo vóoς, que significa mente, formando una referencia a la anemosis, que es “la deformación de un árbol por un viento fuerte que hace que este parezca doblarse hacia atrás”.
La anemoia es definida en este como “nostalgia por un tiempo que nunca conocerás”.
En Urban dictionary, un diccionario coloquial donde se suelen incluir la mayoría de las jergas y expresiones populares en habla inglesa, se presentan ejemplos de esta palabra: “Me da anemoia cuando escucho ciertas canciones por primera vez” y “Me siento anemoiaco cuando veo imágenes de mi hermano en la secundaria”.
En portales como Collins Dictionary, existen sugerencias para incluir la palabra, aunque están en estado ausente.
Quizá el mayor problema para definir o no a la anemoia en consenso como un fenómeno son los pocos estudios o artículos que se han realizado sobre el tema, y los que lo han hecho, lo han tomado como un factor del que no se cuestiona su existencia, sino del que se explora su efecto.
Tal como la melancolía, la anemoia, o al menos el fenómeno que se ha bautizado así, podría ser universalmente aceptado como una simple forma de nostalgia, pero precisa en su enfoque. Lo mismo no provocaría demasiados intentos por estudiarla, o peor aún, no estaría claro bajo qué disciplinas se haría (si sociológicas, psicológicas, antropológicas o todas).
Esto podría deberse a que no se trata de un fenómeno que implique un riesgo u otro tipo de factor de interés para la salud; sin embargo, suele relacionársele con la mera nostalgia y con la simple capacidad imaginativa de los seres humanos, por crear escenarios y experimentar verdaderas emociones a partir de estas, pese a no ser factibles.
Algo similar ha venido ocurriendo en la última década con el término ASMR (respuesta meridiana sensorial y autónoma), un término que nació en internet y que dio nombre a una experiencia con la que muchas personas se identificaban gracias a videos de YouTube.
En este sentido, la anemoia podría ser bien un neologismo en pleno desarrollo. Si bien el ASMR ya ha generado ciertos estudios a nivel neurológico y psicológico, estos fenómenos precisan de tiempo para ser aceptados de manera más formal.