La magia de la flor esqueleto. Aunque suene difícil de creer, existe una planta capaz de desaparecer frente a nuestros ojos; se trata de una bella especie que parece salida de otro planeta, gracias a su cualidad de volverse transparente al entrar en contacto con el agua. ¿Quieres conocer a la hermosa flor esqueleto? En esta nota, te la presentamos.
A primera vista, la flor esqueleto, también conocida como Diphylleia grayi, no es de las plantas más lindas, incluso su apariencia es bastante común, ya que tiene mucho parecido a las amapolas. Sin embargo, posee características especiales que la hacen única.
Esta planta posee una característica muy especial que hace que resalte entre las demás. Lo que sucede es que, cuando llueve y los pétalos de esta flor se mojan, pasan de ser color blanco a ser casi transparentes.
Foto: Toluna
Es decir, esta flor sufre un proceso de metamorfosis cada vez que se expone a la lluvia, sin embargo, cuando se seca, vuelve a ser de color blanco.
La razón por la que sucede este curioso efecto se debe, principalmente a la estructura celular específica que posee la flor esqueleto, ya que, al entrar en contacto con las gotas de lluvia; las células presentes en los pétalos se llenan de agua y se tornan de color transparente.
Las gotas de agua también se unen a la estructura de venas que la planta posee haciendo que lo único visible sea una estructura similar al esqueleto de una flor, por esto su curioso nombre: flor esqueleto.
Foto: ciencia y biología
Aunque el hecho de volverse casi transparente ya es una característica que resalta mucho de esta flor, no es la única que posee. La flor de cristal también tiene grandes hojas con forma de sombrillas que poseen flores al final del tallo de aproximadamente dos centímetros de diámetro.
Además, esta flor también es muy resistente a los climas fríos y templados. Es capaz de resistir grandes heladas con temperaturas bajo cero; aunque, no sobrevive en ambientes con más de 30° de temperatura.
La flor esqueleto, también conocido con el nombre científico de Diphylleia grayi, solo se encuentra en tres partes del mundo. Estas flores crecen en las laderas de las montañas más boscosas y húmedas de las regiones más frías de Japón, China y las montañas Apalaches de Estados Unidos. Se las reconoce fácilmente por sus enormes hojas semejantes a paraguas.