La destacada estudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) está dejando una marca en el campo de la ingeniería ambiental. Su participación en este proyecto pionero se centra en la remedición de suelos contaminados por hidrocarburos, un problema apremiante en varias regiones del Perú.
No obstante, la joven no solo es una prometedora científica peruana, sino también una inspiración para las futuras generaciones de investigadores. Su compromiso con el medio ambiente y su enfoque innovador demuestran que el cambio está en manos de quienes se atreven a buscar soluciones desde el corazón mismo de la tierra como ella lo dice.
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Marlith Trigoso Sánchez es una destacada peruana que con solo 24 años está participando en un importante proyecto de biorremediación en suelos de Lima. El camino de la joven inició desde su natal Cheto, un distrito de la provincia de Chachapoyas en el Amazonas, de donde con gran esfuerzo, decidió salir en busca de nuevas oportunidades en la capital.
La investigadora llegó a Lima con 17 años. Y, pese a ocupar el segundo puesto en su institución educativa, no logró ingresar en el primer intento a la carrera de Ingeniería Ambiental en la UNI. Sin embargo, eso no la detuvo y continuó con su preparación hasta que al cuarto intento logró su objetivo con un puntaje de 15.
Trigoso Sánchez nos cuenta que su camino no fue fácil, pero sus padres quienes se desempeñan en la agricultura y a la construcción de obras, siempre la apoyaron, pues deseaban que sus 11 hijos tengan un mejor futuro.
“Al ser un pueblo pequeño, los adultos tienen el chip de que los hijos tengan la educación que ellos no tuvieron. Entonces los padres nos inculcan desde niños que debemos salir”, dice Marlith.
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Impulsada por ganar apoyo financiero, Marlith obtuvo la Beca Permanencia en el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec). No obstante, su preparación no fue fácil, ya que, en sus primeros ciclos como estudiante, pertenecía al medio inferior y no cumplía con unos de los principales requisitos, tener un alto rendimiento académico.
La estudiante no se rindió y mejoró sus notas hasta que finalmente, ingresó al programa de becas.
En una entrevista exclusiva para La República, Marlith nos reveló los secretos detrás de este innovador enfoque. "Nos enfocamos en buscar soluciones dentro del propio suelo, aprovechando la complejidad de esta matriz. Lo sorprendente es la riqueza de microorganismos que encontramos en cada muestra contaminada", afirma con entusiasmo.
Marlith forma parte han logrado avances impresionantes. A través de meticulosos procesos de dilución y pruebas en tubos de ensayo, han demostrado que es posible revitalizar suelos aparentemente irrecuperables. "Encontramos una cantidad asombrosa de microorganismos, lo que subraya la vitalidad del suelo y su capacidad innata para regenerarse", agrega.
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El proyecto no solo se enfoca en la investigación, sino también en brindar soporte a las bacterias encargadas de la biodegradación. Quien lidera este proyecto es el profesor Pedro Ramos Matías, respaldado por un equipo de investigadores comprometidos.
Marlith destaca la importancia de involucrar a jóvenes desde el inicio de sus carreras en proyectos de investigación. "Es crucial que los estudiantes universitarios se acerquen a la investigación desde temprano. Esto no solo enriquece su formación, sino que también nos brinda nuevas perspectivas y soluciones para los desafíos ambientales", destaca.
Con una mirada al futuro, Marlith aspira a aplicar sus conocimientos para mejorar la situación ambiental en su comunidad natal. "Mi objetivo a largo plazo es contribuir al desarrollo sostenible de mi pueblo, abordando problemas como la agricultura y la gestión del agua", comparte.
El profesor Pedro Ramos, de la UNI, lidera el grupo de investigación. Foto: Difusión