El ritual de la limpia con huevo se erige como una de las costumbres más ancestrales y arraigadas en numerosas del Perú y gran parte de Latinoamérica. Esta práctica, que busca purificar el espíritu y erradicar las energías negativas que pueden influir en el bienestar de una persona, es especialmente reconocida por su capacidad para contrarrestar el "mal de ojo".
A lo largo de generaciones, esta costumbre ha sido transmitida de padres a hijos, ya que se cree que tiene el poder de restaurar el equilibrio energético y proteger a los individuos de influencias externas que podrían estar causando malestar físico, emocional o espiritual.
Después de realizar la limpia con el huevo, el siguiente paso consiste en romperlo dentro de un vaso que contenga agua sal. La sal desempeña un papel importante en este ritual, ya que su función es neutralizar las energías negativas, transformándolas en una energía más equilibrada y neutral.
Una vez que el huevo se ha roto, el siguiente paso es interpretar las imágenes que se forman en el agua. Estas figuras o formas que aparecen en el líquido pueden ofrecer pistas sobre las energías presentes en la persona y ayudar a identificar las áreas de su vida que requieren sanación.
A continuación se presentan algunas interpretaciones sobre lo que podría significar cada figura que aparece junto a la yema después de realizar una limpia:
Para llevar a cabo el ritual con huevo destinado a eliminar malas energías, es necesario contar con un huevo fresco de cualquier color, pero nunca congelado. Si adquieres el huevo en un supermercado, es recomendable esperar al menos cuatro horas antes de realizar la limpia.
También necesitarás un vaso con agua y una pizca de sal. La persona que se someterá al ritual debe vestir ropa blanca o de tonos claros. Asimismo, el momento ideal para realizar este ritual es durante el domingo o lunes, con el propósito de comenzar la semana con energías renovadas.
Si bien muchos suelen rezar “El Padre Nuestro”, existe otra oración que puedes usarlo como alternativa. Aquí, te dejamos la plegaria.
“Solicito al Señor Dios todopoderoso, mediante la acción de San Miguel Arcángel, que sea eliminado lo negativo de mi interior. Pido que se abran los caminos, que las malas energías sean absorbidas por este huevo. Que los malos deseos, la envidia, ataduras, amarraduras, ataques energéticos y obstáculos desaparezcan. Que así sea, en el nombre del Señor todopoderoso. Amén”.
El huevo ha sido considerado desde tiempos ancestrales como un símbolo profundo relacionado con la vida y el desarrollo, y su significado ha perdurado a lo largo de diversas culturas. Aunque no se conoce con certeza el origen exacto del ritual con huevo, se sabe que amalgama tradiciones prehispánicas mesoamericanas con prácticas religiosas traídas por los colonizadores españoles.
De acuerdo con el 'Diccionario de Símbolos' de Alfonso Serrano Simarro y Álvaro Pascual Chenel, el huevo se describe como "el recipiente en el que la vida animal evoluciona y se transforma durante la gestación". Esta importancia simbólica del huevo se extiende a menudo en relatos mitológicos, donde se afirma que el mundo fue creado a partir de un huevo primordial o cósmico, reflejando su vínculo con la génesis y el origen de la vida misma.