La experimentación es necesaria para que la labor de un artista pueda enlazar a sus personajes con entornos distintos o que difieran de un contexto o de una realidad particular. Es cuestión de probar fórmulas que vayan acoplándose a su obra. Ese es el camino que se ha marcado el pintor Américo Maqui, quien nos presenta, en “Reflejos de un narrador”, su primera muestra individual, una tenaz búsqueda de un tema específico para su estilo.
La exposición, conformada por ocho pinturas en mediano formato, se presentará del 18 de agosto hasta el 10 de octubre en la Sala 110 de Casa Fugaz en Monumental Callao (Jr. Constitución 250). El horario de visita es de martes a domingo, de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. El ingreso es libre.
Américo Maqui explica que actualmente su obra se encuentra en una etapa de experimentación basada en el realismo mágico. En sus composiciones, integra elementos de lo mágico y lo onírico en escenarios que mantienen una base realista. “Cada componente de sus cuadros, desde el primer hasta el último plano, se presenta con igual intensidad y valor, lo que crea una experiencia visual que desafía la percepción y enriquece la comprensión de una realidad en la que se entrelaza una narrativa visual cautivadora”, explica Millard Yanque, curador de la muestra.
Sobre el artista
El origen de Maqui se encuentra en un pueblo rural de la región Puno. A temprana edad despertó su interés por el arte, el cual se vio especialmente marcado por los colores de la pintura. Posteriormente, nos cuenta el artista, la persona crucial que impulsó su profesión fue su madre, quien lo apoyó para que continuara con su pasión por el arte desde el año 2008.
Américo comenzó sus estudios en la Escuela de Artes de la Universidad de Puno con el objetivo de consolidar su habilidad para la pintura. Sin embargo, tuvo que enfrentar varias dificultades que lo condujeron a estudiar arquitectura, una carrera que redujo su producción pictórica, pero no lo alejó completamente del arte. A pesar de estos desafíos, su amor por este persiste y su técnica académica siguió tan inmaculada como la representación de sus personajes, a veces niñas, otras tersas jóvenes.
En su carrera, ha experimentado con una amplia gama de estilos, desde el impresionismo hasta el hiperrealismo. No obstante, encontró su verdadera voz en el realismo mágico, un estilo que Maqui considera esencial para reflejar la realidad de cada generación. Asimismo, cree que el artista debe ser un narrador de su tiempo, uno que esté en condiciones de representar la realidad de la manera más auténtica posible.
(NdP).