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Cultural

Miguel Gutiérrez reeditado

Lector voraz. Por el centenario de la muerte de Franz Kafka, regresa un ensayo divulgativo del canónico autor peruano, el cual revela su pasión por la lectura.

larepublica.pe
Prolífico. Miguel Gutiérrez es autor de nueve novelas y de doce libros de ensayo. Foto: difusión

Circula una nota de prensa que da cuenta de un acontecimiento literario. Al menos, para quien escribe es así. Se trata de la reedición del ensayo Kafka: seres inquietantes del recordado escritor Miguel Gutiérrez (1940-2016). Este libro, que apareció inicialmente con la editorial San Marcos en 1999, formaba parte de una colección de ensayos de carácter divulgativo de Gutiérrez. En ella, encontramos también los siguientes títulos: Borges: novelista virtual, Faulkner en la novela latinoamericana, Ribeyro en dos ensayos y Los Andes en la novela peruana actual. Todos estos libros de ensayo salieron en bloque en el ahora lejano 1999, tres años después de uno de sus ensayos más emblemáticos: Celebración de la novela.

Un gran punto para Centro de Desarrollo Editorial la reedición de un título ubicado entre el conocimiento del especialista y la curiosidad del lector, que reingresa al circuito libresco cuando más necesitamos pensar la literatura como fin y no como medio. De paso, su presencia contribuiría a dinamitar prejuicios envenenados, como aquel que señalaba que, por tener un compromiso de izquierda, no tenía un acercamiento con la gran narrativa del siglo XX. De los grandes lectores que he tenido la oportunidad de conocer, Gutiérrez está entre los mayores cinco devoradores de literatura. Su compromiso político iba por un lado, pero su pasión literaria no admitía filtros. Gutiérrez le entraba a todo con una entrega casi infantil.

Este rescate se da en el contexto del centenario de la muerte de Franz Kafka, pero a la vez en medio de un ambiente extraño, porque por razones que no se pueden entender, Gutiérrez, en estos momentos, no tiene una casa editorial que cobije a sus títulos de ficción. Penguin Random House Perú ya no es su casa editorial, como nos confirma Mendis Inocente, su esposa. Es un clásico de la narrativa peruana que está libre, pero no solo nos referimos a sus novelas, esa es la misma situación de sus ensayos. Por lo dicho, hay que celebrar esta reedición que nos pone en bandeja a un lector muy generoso, aquel que comparte lo que sabe y no se lo guarda para sí o, lo que es peor, para alardear. Durante muchos años, Gutiérrez se dedicó a la enseñanza, en especial en La Cantuta, en donde nació la idea, mientras escribía la monumental novela La violencia del tiempo (1991), de escribir una serie de libros de carácter pedagógico sobre sus escritores favoritos del siglo XX.

No extraña el título de la presente reedición. Gutiérrez, cuando hablaba de Kafka, lo hacía antecedido de un silencio solemne. Así como se identificaba con el horror psicológico de los personajes de Dostoyevski, sentía un apego por la oscuridad cotidiana de los personajes del autor checo. Quienes lo recordamos, como lectores, admiradores o amigos, o todas estas características juntas, podemos aseverar que su visión literaria tenía el sello de agua del estado de gracia. Que en algún periodo de su vida haya pensado más como político que como escritor de ficción, no borra la evidencia: su libre apuesta por la literatura sustentada en novelas y ensayos. Este último género fue el que más entusiasmó a Gutiérrez en sus últimos veinte años de vida.

Un personaje polémico que, en otros contextos, ya tendría incluso una biografía (a Gutiérrez le pasó de todo: fue un testigo atento de los procesos políticos y sociales que definen al Perú de estos días), por la sencilla razón de que su vida es novelesca. Sigue siendo un gigante.