Sonaly Tuesta habla de Misión Kipi, película documental que se estrenará el 21 de marzo, basada en la robot creada por el profesor Walter Velásquez. El rodaje se realizó en Colcabamba, Huancavelica, zona Vraem. Un desafío en todo sentido.
-¿Cómo ha sido el camino para Misión Kipi?
-Empezamos este proyecto en el 2020 cuando el profesor Walter Velásquez, en medio de la pandemia, crea un robot. Entonces, ahí comienzo a hacer las coordinaciones con él y comenzamos a trabajar. Es una película real. Hemos tenido que ir repetidas veces también en medio de la pandemia para conocernos, para ver el lugar, y hemos rodado el año 2022. Y la verdad que estoy contenta con lo que ha quedado, así que yo espero que la gente se pueda conectar y pueda descubrir en la película una realidad educativa de la ruralidad.
-Para la vida doméstica ya se habla de robots y se ven, pero un robot que almacena audiolibros, cuentos o poesías es algo inusual aún acá.
-¡Exacto! Es increíble. ¡Es una locura! O sea, cuando tú ves al profesor cargando a Kipi (significa cargar en quechua) en medio del cerro, dices cómo alguien pudo hacer esto, porque yo no podría inventar eso. La zona, Colcabamba, es complicada, pertenece al Vraem y siempre hay noticias negativas de allá, y este profesor nos presenta a Kipi y nos da esperanza.
-¿Cuál ha sido tu desafío como directora?
-Lo complicado es adaptarse al nuevo lenguaje. Es mi primer largometraje documental, entonces, digamos, es un reto mayor. Pero también la formación que yo he tenido de relacionarme con la gente a través de ‘Costumbres’ me ha servido muchísimo. Es una creación colectiva porque hemos trabajado con las comunidades también. Ha sido un trabajo arduo de preproducción.
-¿Qué es lo que se quiere decir con esta película?
Yo espero que se conecten con la historia y que se pueda hacer una renovación desde la ruralidad. No estamos romantizando el trabajo del profesor, porque hay cosas que deben tener buenas condiciones. Nuestro país necesita que la educación sea buena para todas y todos, que todos tengamos las mismas oportunidades; pero, en este caso, también es reconocer la labor del profesor y de muchos profesores rurales que hacen un gran esfuerzo por sacar adelante a sus estudiantes.
-Mucho se dice que la educación en el Perú tiene un atraso de 30 años.
Sí, es lamentable, pero cuando sabes de estas historias te das cuenta también de que hay una oportunidad, te das cuenta de que sí es urgente hacerlo porque transforma la vida de las comunidades, transforma la vida de la gente, transforma la vida de las niñas. En ese caso, se trata de inspirar a través de Kipi a que las niñas vayan a la escuela, que sean ellas las que tengan la oportunidad, porque a veces, cuando se tiene que elegir, se manda a los niños.
-‘Costumbres’ sigue en la memoria del público. ¿Volverá?
-Vamos a ver si este año empezamos con plataformas y ojalá haya una propuesta más fuerte. Fueron 20 años con el programa, toda una vida. Ahora, estamos enfocados en el estreno, el 21 de marzo, y el viaje que tendrá la película. En abril, la llevaremos al Festival de Cine Peruano en París y veremos qué le depara. En junio, debemos llevarla también a varias comunidades, tanto de Huancavelica como de Áncash.