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Cultural

Andrew Nelson: “Cada momia es un microcosmos”

El antropólogo canadiense ha realizado estudios en fardos funerarios de culturas peruanas prehispánicas.

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El experto comenta un poco de su trabajo y de su interés en la cultura peruana. Foto: Western University

Por Miguel Aguilar

Es un reconocido antropólogo peruanista canadiense. En la actualidad, es considerado como uno de los principales estudiosos de momias y especialista en escáneres microscópicos en arqueología. Andrew Nelson es peruanista no solo porque realiza investigaciones en nuestro país, sino también porque tiene, por el lado familiar, vínculos con el Perú. Su padre nació en Trujillo en los años 20, su abuelo era contador de la Peruvian Railroad Company y su abuela una misionera canadiense.

Como estudioso, tiene numerosas publicaciones. Su libro más reciente es Vida, muerte y prácticas funerarias durante la ocupación Inca de Farfán en la Costa Norte del Perú. Estuvo en Lima, en la feria de libro, así como en la U. Católica del Perú (PUCP) y la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).

-¿Cuándo empezaron sus investigaciones en el Perú?

-La principal razón por la que estudio el Perú es por los vínculos de mi familia en este país. Yo llegué al Perú por primera vez hace más de 40 años como estudiante de antropología de los famosos investigadores de la arqueología de Huamachuco, John y Teresa Topic. Después me dediqué a estudiar restos humanos y me especialicé hasta en los estudios de insectos antiguos, para entender cómo los restos humanos estuvieron expuestos a estos y comprender su tratamiento antes de que fueran enterrados.

-¿Cómo ha sido su relación con el estudio de las momias en el Perú?

-He sido profesor de importantes estudiantes peruanos y extranjeros, estudiando no solo a las momias, sino a todos los objetos que puedan ser estudiados en un escáner microscópico para poder analizar la historia de los objetos, tales como huesos, madera, cerámica, entre muchos otros. En la actualidad investigo la costa central, motivado por dos de mis estudiantes y colaboradoras, las doctoras Maricarmen Vega y Lucía Watson, con quienes he analizado restos humanos en colaboración con los Museos de Sitio de Huallamarca, el Museo de sitio Huaycán de Pariachi y el Museo de Sitio de Pachacamac.

-En su visita al Perú, ¿qué actividades realizó?

-Presenté los trabajos que venimos realizando desde el 2019 con las momias de estos tres museos, gracias a las gestiones del Consejo de Investigaciones de Humanidades y Ciencias Sociales de Canadá y la embajada de Canadá. Realicé diversas presentaciones sustentando que cada momia es un microcosmos que se inició en la vida de cada persona y continuó incluso hasta después de su muerte, con sus diversos rituales, tratamientos y hasta su desenfardelamiento en nuestros días.

-¿Qué resultados obtenemos de estas investigaciones y qué planes tiene?

-Trabajamos con momias de diferentes lugares, pero tuvimos una muestra compuesta por 26 fardos procedentes de la Necrópolis de Ancón y 18 fardos de Pachacámac; en ambos casos, correspondieron a fardos de mujeres, hombres y niños que representan en su mayoría a la población común (de no élite). Uno de los fardos en Pachacámac tuvo un tratamiento atípico que resalta, corresponde a un individuo con un traumatismo (golpe) perimortem en el hueso frontal —que fue su causa de muerte—, enterrado en posición decúbito ventral, flexionado, con los brazos detrás de la espalda, las caderas extendidas, pero las rodillas flexionadas y sin ofrendas funerarias. Esta muestra fue analizada en cooperación con el Social Sciences and Humanities Research Council of  Canada y el Museo de Sitio Pachacámac mediante una metodología no invasiva ni destructiva con base en escaneos tomográficos computarizados (CT-SCAN), por lo que no tuvimos que abrir o destruir ningún fardo.