“Siempre me pregunto: ¿por qué te metes en tantas cosas?”, dice al teléfono Vania Masías resondrándose a sí misma. Su vida siempre ha sido así: un largo viaje en el que se ha esforzado por andar ocupada entre audiciones, estadías en el extranjero, presentaciones y programas sociales.
Y, como nunca se queda quieta, la bailarina, directora y productora musical hace poco lanzó su primer, libro titulado Bailar para transformar tu vida, en el que cuenta y analiza sus experiencias. “Ha sido un proceso increíble que ha tomado dos años y medio. Cuando me convoca Random House, me reí porque no soy escritora. Pero, la verdad, he escrito este libro sobre mi vida porque entendí que podía ayudar a otras personas a buscar sus sueños y a ir por ellos, entender que las cosas no se regalan nunca y que hay un trabajo detrás”.
Vania relata que tuvo ayuda de su editora para sacar este libro, pero lo cierto es que siempre tuvo una relación con la escritura. “Siempre he escrito un poco para sobrevivir, usaba la pluma para desfogar. He viajado sola desde muy chica y competía desde los 10 años, y descubrí que escribir era una forma muy buena de empezar a canalizar y empezar a sentirme mejor”.
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La fundadora de D1 se refiere a esos momentos en los que tuvo que enfrentarse sola a los retos y lidiar con la ansiedad y la depresión, situaciones que detalla en su libro. “Creo que la ansiedad responde a expectativas externas y a exigencias desde afuera. En mi libro he tratado de contar un poco ese proceso de transformación mío donde entiendo que no todo es competencia y una meta cumplida. Eso genera niveles de ansiedad muy altos y la única forma de sobrevivir a eso es dar una mirada hacia adentro. La presión que tienen ahora los adolescentes en redes sociales es exponencial. Constantemente tienen que estar publicando, hay mucho de eso, los filtros, cómo me debo ver. Se ha intensificado. En mi época era la expectativa del público, la familia, pero ahora es global y muy fuerte”, reflexiona.
Madre de tres niños de 12 y 9 años y una bebé, Vania toma muy en serio el uso de las redes sociales en casa. “Lo que he tratado siempre es de cultivar ese autoanálisis, ese cómo me siento, poder mirar hacia adentro —el siento rabia, miedo— desde muy chiquitos, y eso creo que los ha ayudado mucho. Por otro lado, el tema del teléfono, lo he tratado de evitar hasta los 12. A mi hijo recién le he dado uno para comunicarse, pero igual con un control y horarios. Los padres también debemos estar atentos al contenido que consumen”, dice.
Como hace 18 años, continúa con sus programas sociales en escuelas públicas y formando líderes en comunidades vulnerables. “Trabajamos con metodologías para abordar las habilidades emocionales a través del arte. También seguimos con la escuela de liderazgo gratuita para adolescentes de 15 a 18 años de diferentes comunidades de zonas de vulnerabilidad y les damos todas las herramientas para que se conviertan en estos líderes que realmente puedan generar bienestar a sus comunidades”, cuenta. Es algo que detalla en su libro con historias de jóvenes que estuvieron en el límite y a quienes el baile y el arte los salvaron.
Mientras se decide a escribir un segundo libro —“el bichito ya me picó”, dice— se alista para el estreno de Sirena, el musical. “Es un espectáculo para toda la familia con un gran elenco, como Anahí de Cárdenas, Nicolás Galindo, Merly Moreno, con banda musical. Hemos adaptado el guion, donde esta sirenita admira a todos los humanos por lo que crean, pero no logra entender por qué destruyen su mundo. Tenía que darle un twist importante, pues, que lleve un contenido educativo y haga que cada persona que la vea sienta cosas increíbles, emociones, y no olviden lo que estamos viviendo hoy”.