Melania Urbina: “El machismo y las ideas obsoletas nos hacen mal a todos”
Protagoniza obra teatral y asume el reto de interpretar a una sobreviviente de abuso sexual.
Melania Urbina interpreta uno de sus personajes más complejos, una sobreviviente de abuso que narra en primera persona cómo inició el acoso desde que era niña. "Cómo aprendí a manejar" se estrenó en el Icpna con la dirección de Juan Carlos Fisher. (En medio de la entrevista por teléfono, nos dice que no declarará sobre el cineasta Frank Pérez Garland, padre de su hija. “Es un tema que afecta a mi hija y mi obligación es protegerla”)
― Hace 10 años, la obra la dirigió Ebelin Ortiz. Debe ser uno de los textos con más quiebres para el espectador y para la actriz, ¿no?
Sí, ojalá les guste también esta versión que hemos hecho. Para mí, es una genialidad y es impresionantemente vigente. La manera en que la autora (Paula Vogel) lo plantea es muy inteligente; el hecho de que la historia la cuente siendo ya una mujer adulta creo que le da tranquilidad al público de saber que sobrevivió, digamos. No es que sanó todo, pero está parada frente a ti.
― ¿Es tu personaje más complejo? Es decir, no solo pasas por las etapas de su vida, sino que estás frente a su acosador, a quien, por momentos, parece que no supiera lo que ejerce.
Definitivamente, no lo sabe. Se habla de un abuso lamentablemente de los más comunes, donde la víctima ni siquiera es consciente de que está siendo abusada, porque está tan normalizado desde pequeña. Pero la autora ha sido muy considerada con el elenco, porque hay hasta humor, cinismo, porque probablemente es un mecanismo de supervivencia o de defensa. El reto más grande es tener que interpretar al personaje desde los 11 años hasta los 18. Si vieras la obra con una actriz con la edad que corresponde al personaje, no la aguantarías.
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― ¿Cómo han sido los ensayos?
Ha sido un proceso de ensayo muy amable, muy delicado, ha sido removedor para todos, pero hemos encontrado un grupo dispuesto a analizar, reflexionar y a cuidarnos entre nosotros. La posición de Óscar (López Arias) es muy vulnerable también, porque él se lleva la energía más negativa y representa todo lo que no queremos.
― Y es padre, además.
Sí, creo que a los dos, siendo madre y padre, nos ha dado un propósito mayor sobre lo que estamos heredando a nuestros hijos. De manera de pensar, de que vamos cambiando todos juntos. Necesitamos gente dispuesta a aprender, a evolucionar.
― Estamos en una sociedad machista y el título, Cómo aprendí a manejar, tiene varias lecturas, ¿no?
Claro, es cómo aprendí a manejarme, a manejar mi vida, tomar el control y, a través de la obra, desaprender de esas cosas que ya no sirven. Mi hija tiene 19, es grandota y es naturalmente más consciente de muchas cosas que yo he tenido que desaprender. Pero es una responsabilidad, ya no podemos seguir pasando esas ideas obsoletas sin cuestionar, porque el machismo hace mal a hombres y mujeres, es malo para todos.
― En redes sociales, Stephanie Orúe y tú han recibido insultos por algunas escenas de sus películas. ¿Se normaliza la violencia?
La gente te dice: “Asume, es tu chamba, eres público y tienes que aceptar”. Pero no tenemos que aceptar faltas de respeto, acoso. ¿Merezco que me acosen porque hice una película? No, por supuesto que no. Tengo derecho a responder, no tengo que quedarme callada porque “fue mi culpa”. Decir eso equivale a “te pusiste minifalda, no te quejes”.
― Volviste al Festival de Málaga, donde estuviste por primera vez con Mariposa negra, de Lombardi, ahora invitado a la Academia de Hollywood. ¿Te ves continuando tu carrera en España?
Me alegré muchísimo por Pancho y me parece merecidísimo después de tantos años de trayectoria. No sé si seguiría mi carrera, probablemente tendría que ser española (sonríe). Creo que podría hacer más proyectos allá, pero ya a mis 45 no busco irme a un lugar ni empezar de cero a seguir un sueño.
― ¿Qué esperas que genere Cómo aprendí a manejar?
Creo que la gente va a salir removida, haciéndose preguntas y espero que sea un instrumento de sanación para algunos que la vean y aportemos un poquito a esta sociedad que también tiene que sanar
