Un tweet sembró tristeza en la comunidad de escritores e intelectuales peruanos. La editora Patricia Arévalo posteó que su amigo, el escritor, periodista y lingüista Francisco ‘Paco’ Tumi había muerto. Mario Benedetti ya lo ha dicho, la muerte es una sorpresa. Esta vez se cargó, de manera injusta, a un amigo bienquerido por todos.
“Anoche partió el amigo más querido y cercano que he tenido en la vida. Siento mucho compartir esta noticia, pero sé que son muchos quienes lo quisieron. Paco Tumi, generoso, inteligente, valiente y sensible amigo, nos dejó. Descansa en paz, guerrero. Te llevas mucho contigo”, así dice el tweet de Arévalo.
Francisco “Paco” Tumi nació en Piura. Era de aquellas personas que gravitan sin aspavientos (nos consta la vez que le entrevistamos por su novela). Era sí, cuando alguien lo requería y menos lo esperaba, siempre estaba allí.
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Como escritor, publicó dos libros. La novela Las jerarquía de la noche, en la que cuenta una historia de tres amigos de la adolescencia y que se reúnen después de diez años a propósito del matrimonio de uno de ellos. En esa noche de bodas, la amistad se hace trizas. El otro libro, El síndrome del cuarto de rescate, lo hizo en colaboración con Álvaro Barnechea.
Su trabajo de periodista lo desarrolló en diarios y revista, incluso también como conductor de un programa cultura. Como lingüista, viajó a Pekín, como traductor y corrector de textos.
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El poeta Roger Santiváñez, piurano como Paco, se conduele en su cuenta de Facebook, entre otras cosas, dice:
“Días que ya jamás volverán, como leer tu magnífica novela Las jerarquías de la noche, publicada por Alfaguara, y después -en tu depa, donde tuviste la bondad de alojarme- escucharte hablar de la trama de la novela que estabas escribiendo, Último verano en Colán. Paco, amigo del alma, Paco queridísimo, nadie tan brillante e inteligente como tú, nadie con ese sentido del humor como el tuyo. Nadie con esa bondad a flor de piel como la que abrigaba tu corazón magnánimo”.
Vamos a extrañar mucho a Paco.
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Hoy, ya lo dije, es un mal día, y pido disculpas por el escueto y quizás por eso tétrico mensaje anterior en que anunciaba la partida de Paco, pero espero me comprendan: es el primer hermano que se me muere. Habiendo dicho esto, les recuerdo que todos los que lo conocemos sabemos que Tumi, además de lingüista, maestro, periodista, editor, narrador y un largo etcétera, que será siempre incompleto e irrelevante, es, por sobre todo, un gran tipo, siempre con la frase brillante y la broma aguda para salir de cualquier trance. Gran conversador, inteligente opinante e incansable jodedor en la polisemia del término, y aunque hincha de Alianza y del Barza –qué se va a hacer, a los amigos hay que aceptarlos con sus limitaciones–, se ha divertido en grande todos estos años y, sobre todo, nos ha hecho pasar a sus amigos y a quien coincidiera con él una reunión o una charla excelentes momentos de fresco humor y originales e inteligentes intervenciones. De tal forma, propongo que, tras los días de inevitable dolor por nuestra pérdida, celebremos su vida en una reunión, quizás al mes de su partida, tal vez en algún espacio de la UP o en la casa de alguno de nosotros, para recordar las incontables anécdotas que todos hemos compartido con el maese, porque estoy convencido de que una vida como la de Paco no puede sino agradecerse.
-Ramiro Montaño