El músico ayacuchano Chano Díaz Limaco es un trabajador incansable de la música. Este viernes presenta discos trabajados en cuarentena. Ha sido el director musical de “Sigo Siendo” de Javier Corcuera, compositor de la banda sonora de película española “La Búsqueda” y musicalizador en la película británica “Lion Ark”.
¿Cuántas producciones estás trabajando en este momento?
Estoy trabajando varios discos pendientes de charango y presentando muy pronto uno de guitarra ayacuchana, que es una deuda pendiente con mi ayllu huamanguino.
¿Cuál es el nombre de este disco de Guitarra y bajo qué concepto lo creaste?
Lo he titulado “Pagapu” porque es un tema pendiente, muy personal, con mi abuelo. A él y a mi madre les debo el haber vivido en permanente estado de tradición ayacuchana. Es por eso que ofrendo, quizás con un toque sencillo pero sentido, algunos géneros musicales que me han acompañado desde niño.
¿Es un cambio sustancial en tu carrera de charanguista o de intérprete de los vientos andinos?
Creo que no, pues desde hace muchos años he tenido la suerte de acompañar en la guitarra a grandes referentes andinos como don Víctor Angulo, Manuelcha Prado, Julio Humala o Walter Mendieta. El charango es mi principal instrumento y lo seguirá siendo, pero debo saldar esta cuenta porque mi abuelo Alejandro siempre se preocupó por el estilo huamanguino del solo de guitarra. Él nos alentaba a no dejar este instrumento.
¿Dónde y cuándo presentarás este disco?
Lo presentaré a través de la página “Musicandina”, en Facebook, el viernes 31 de julio, a las 4.00 p.m., con un pequeño concierto en vivo online, y luego lanzaremos los videos que hemos trabajado estos meses desde el estudio Iempsa. Estará disponible en todas las plataformas digitales.
¿Significa el retorno de Chano Díaz a la música tradicional después de haber trabajado fusiones y bandas sonoras?
Nunca he dejado la música tradicional. Vengo de una familia que jaranea y vive siempre con nuestra música y costumbres. Lo de las fusiones, bandas sonoras y otras texturas sónicas son parte también de mi extraño mapa genético.
¿Vas a continuar tu labor de visibilizar a los diferentes intérpretes de las tradiciones de nuestro país?
Voy a continuar hasta el final. Es mi pacto y propósito pues son los que transmitirán el mensaje que va impregnado en cada melodía, en cada sutil trino y con la verdad de vivir en contacto con esas tradiciones, sean de costa, sierra o selva. El tocar de esa forma no se aprende en ninguna partitura o escuchando un disco.
¿Qué opinas de las ayudas que se están canalizando a través del Ministerio de Cultura?
Pienso que debemos priorizar que estas ayuden primero a nuestros viejos maestros, ellos deben recibir el apoyo directamente. Creo que es labor y obligación del Ministerio de Cultura ir hacia los referentes indiscutibles de nuestra música, no esperar a que les toquen las puertas. Felizmente esta inquietud ha tenido eco gracias a la acción de algunos paisanos que laboran allá, esperamos los resultados. No es posible que los reconocimientos o ayudas la reciban solo los que manejan mejor la tecnología o sus redes sociales.
¿Qué futuro le espera a la música andina?
Creo que será difícil estos meses, pero tenemos la suerte de contar siempre con el apoyo de nuestros paisanos, nuestra gente. La música andina está viva, es más grande y fuerte que cualquier virus.