Por: Mario Vargas Llosa
MVLL. ¿Qué ha significado el dinero para usted en la vida, Borges?
JLB. La posibilidad de libros y de viajes y de desarrollarlos.
MVLL. Pero ¿nunca le ha interesado el dinero?, ¿nunca ha trabajado usted para ganar dinero?
JLB. Bueno, si lo he hecho parece que no lo he conseguido. Desde luego, es mejor la prosperidad, superior a la indigencia, sobre todo en una zona pobre, donde estás obligado a pensar en dinero todo el tiempo. Una persona rica puede pensar en otra cosa. Yo es que nunca he sido rico. Mis mayores lo fueron, hemos tenido estancias y las hemos perdido, han sido confiscadas, pero bueno, no creo que tenga mayor importancia eso.
MVLL. Usted sabe que buena parte de los países de esta tierra hoy día viven en función del dinero, la prosperidad material es su estímulo.
JLB. Natural que sea así sobre todo si hay esta pobreza. En qué otra cosa puede pensar un mendigo sino en el dinero o en comida. Si usted es muy pobre tiene que pensar en dinero. Una persona rica puede pensar en otra cosa, pero un pobre, no. De igual modo que un enfermo sólo puede pensar en la salud. Uno piensa en lo que le falta, no en lo que tiene. Cuando yo tenía vista no pensaba que eso fuera un privilegio, en cambio daría cualquier cosa por recobrar mi vista y no saldría de esta casa.
MVLL. Borges, una cosa que me ha sorprendido en la modesta casa en la que usted vive, sobre todo en el austerísimo dormitorio que es el suyo, es ver que uno de los pocos objetos que hay en su dormitorio es la condecoración de la Orden del Sol que le dio el gobierno peruano.
JLB. Esa condecoración volvió a la familia al cabo de cuatro generaciones.
MVLL. ¿Y cómo así, Borges?
JLB. La obtuvo mi bisabuelo, el coronel Suárez, que aunó una carga de caballería peruana en Junín. Obtuvo esa Orden y fue ascendido de capitán a coronel por Bolívar. Luego esa Orden se perdió en la guerra civil. Aunque mi familia era unitaria, yo soy lejanamente pariente de Rosas —bueno, todos somos parientes en este país casi deshabitado—. Al cabo de cuatro generaciones volvió, por razones literarias, y yo fui con mi madre a Lima y ella lloró porque recordaba haber visto esa condecoración en los retratos de mi bisabuelo y ahora la tenía en las manos y era para su hijo. Estaba muy muy emocionada.
MVLL. O sea que la relación de usted con el Perú se remonta a muchas generaciones.
JLB. Sí, a cuatro generaciones. No, es anterior, le voy a decir, yo estuve... Ah, no, no, espere... Sí, yo estuve en el Cuzco y vi una casa con un escudo con cabeza de cabra, y de ahí salió Jerónimo Luis de Cabrera hace cuatrocientos años para fundar una ciudad que se llama Ica, que no sé dónde está, y la ciudad de Córdoba, en la República Argentina. Es decir, es una vieja relación.
MVLL. Así que usted, de alguna manera, es también peruano.
JLB. Sí, desde luego que sí.
MVLL. ¿Qué idea se hacía del Perú antes de ir a Lima?
JLB. Una idea muy vaga que creo que estaba basada sobre todo en Prescott.
MVLL. En la Historia de la conquista del Perú de Prescott. ¿Cuándo leyó esa historia?
JLB. Debo haber tenido siete u ocho años, tal vez. El primer libro de historia que yo leí en mi vida. Después leí Historia de la República Argentina de Vicente Fidel López, y luego las historias romanas y griegas. Pero el primer libro que yo leí, throughout, es decir, del principio hasta el fin, fue ese.
MVLL. Y qué idea tenía del Perú, ¿la de un país tal vez mítico?
JLB. Un poco mítico, sí. Y luego yo fui muy amigo de un escritor sin duda olvidado entre ustedes, el peruano Alberto Hidalgo, de Arequipa.
MVLL. Que vivió mucho tiempo en la Argentina, ¿no es verdad?
JLB. Sí, y él me reveló un poeta del que yo sabía muchas composiciones de memoria.
MVLL. ¿Qué poeta, Borges?
JLB. Eguren.
MVLL. José María Eguren.
JLB. Sí, exactamente. ¿El libro se llamaba “La niña de la lámpara azul”, o no?
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MVLL. Es un poema, uno de los poemas más conocidos de Eguren.
JLB. Sí. Y había otro... Tengo una vaga imagen de un barco y de un capitán muerto que recorre el barco. No recuerdo los versos.
MVLL. Es un poeta simbolista de una gran ingenuidad y delicadeza.
JLB. Una gran delicadeza. No sé si ingenuidad. Yo creo que era deliberadamente ingenuo.
MVLL. Digo ingenuidad no en el sentido peyorativo.
JLB. No, no. La ingenuidad es un mérito, claro.
MVLL. No salió nunca del Perú y creo que nunca de Lima y escribió buena parte de su obra sobre un mundo nórdico, de hadas escandinavas y temas especialmente exóticos para él.
JLB. Es que la nostalgia es muy importante.
MVLL. Quizá eso establece alguna afinidad entre ustedes dos, entre Eguren y usted.
JLB. Sí. Es cierto que yo estoy pensando en países que no conozco o que he conocido mucho después. Me gustaría tanto conocer la China o la India..., aunque conozco literariamente mucho ya.
MVLL. ¿Qué país lo conmovió más conocer, Borges?
JLB. Yo no sé, yo diría el Japón, Inglaterra y...
MVLL. ¿Islandia, por ejemplo?
JLB. Islandia, desde luego, porque yo estoy estudiando el idioma nórdico, que es la lengua madre del sueco, del noruego, del danés y parcialmente del inglés también.
MVLL. Es un idioma que se dejó de hablar ¿hace cuántos siglos?
JLB. No, no, se habla contemporáneamente en Islandia. Yo tengo ediciones de los clásicos, obras del siglo XIII, y esas ediciones, que me fueron regaladas o compré en Reikiavik, no tienen glosario, ni prólogo ni notas.
MVLL. O sea que es un idioma que no ha evolucionado, que sigue siendo el mismo a lo largo de ocho siglos.
JLB. Es que yo sospecho que la pronunciación ha cambiado. Ellos pueden leer a sus clásicos como si un inglés pudiera leer por ejemplo a Dunbar, a Chaucer, o como si nosotros pudiéramos leer, no sé, el Cantar de Mío Cid o los franceses La Chanson de Roland.
MVLL. O los griegos a Homero.
JLB. Sí, exactamente. Ellos pueden leer a sus clásicos en ediciones sin notas, sin glosarios, pronunciándolos sin duda de un modo distinto. Pero, por ejemplo, la pronunciación inglesa también ha cambiado mucho. Nosotros decimos To be or not to be y parece que Shakespeare, en el siglo XVII decía aún, conservando las vocales abiertas sajonas: “Tou be or nat tou be”. Esto es mucho más sonoro, completamente distinto, y resulta casi cómico ahora.
MVLL. Borges, esta curiosidad o, más que curiosidad, esta fascinación suya por las literaturas exóticas...
JLB. Es que no sé si exóticas...
MVLL. Me refiero a su interés por la literatura nórdica o anglosajona.
JLB. Bueno, la anglosajona es la antigua literatura inglesa.
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MVLL. ... usted cree que tiene algo que ver con...
JLB. ¿Con la nostalgia?
MVLL. Con Argentina, con el hecho de que Argentina sea un país totalmente moderno, casi sin pasado.
JLB. Yo creo que sí, y que quizás una de nuestras riquezas es la nostalgia. La nostalgia de Europa, sobre todo, que un europeo no puede sentir porque un europeo no se siente europeo sino, digamos, inglés, francés, alemán, español, italiano, ruso...
Buenos Aires, junio de 1981
El lanzamiento mundial de Medio siglo con Borges, editado por Alfaguara, se realizará el próximo jueves 18 de junio en Madrid, España. El libro, dividido en 10 apartados, es una recopilación de entrevistas, críticas, artículos, conferencias y ensayos en torno del autor de Ficciones y, es obvio, se trata del homenaje que le hace el nobel peruano a uno de los escritores que más admira.
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