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Cultural

Polo Saldaña: “El artista siempre debe dialogar con la sociedad”

Tenor y profesor de canto de la Universidad Nacional de Música estrena hoy la ópera Comediantes en el auditorio Los Incas, del Ministerio de Cultura. La obra recrea la violencia familiar.

Polo Saldaña, tenor y profesor de canto de la Universidad Nacional de Música, se ha echado al hombro la empresa de producir óperas y conciertos desde su casa de estudio. Desde hoy, hasta 14 de noviembre, en el auditorio Los Incas del Ministerio de Cultura pondrá en escena Comediantes, una tragicomedia en la que se recrea la violencia familiar.

El libreto de la obra pertenece a Maritza Núñez. La dirección musical está a cargo de Bertrand Valenzuela y la dirección escénica es de Emilio Montero Schwarz. Actúan alumnos y maestra de la UNM. La historia cuenta que Ángel tiene una relación conflictiva con su esposa Martirio y los dos hijos de ambos. La familia está atrapada en un círculo de incomunicación. Está la abuela Isidora, que es actriz, pero deambula “como si fuera una ficción”. Paradójico, dentro del grupo familiar, el loro “Firs” es el ser más comunicativo y sensato.

“Plantea un tema actual, como es la violencia familiar, que se da de muchas maneras, en este caso por la incomunicación, en la que un padre tiene una actuación bastante crucial para con sus hijos y su esposa. Afecta totalmente a la familia”, afirma Polo Saldaña.

En ese sentido, ¿es cuestionadora?

Más que cuestionadora, es una muestra de cómo ocurre la violencia familiar y de qué manera, de cómo todos intervenimos allí, el que maltrata, el que amenaza y los que resisten, los que no pueden decir nada. Los desenlaces a veces suceden de una manera fortuita. El maltratador, por ejemplo, desaparece de la escena, tras un accidente.

La obra es una ópera. ¿Cómo se ha ensamblado argumento y música?

Álvaro Zúñiga ha compuesto la música y ha entendido muy bien el libreto de Maritza Núñez. Álvaro ha entendido perfectamente el sentido de la palabra, la propuesta inteligente del argumento, que no es peyorativo sino que ha sido manejado con un criterio de que el espectador tan solo visualizando se dé cuenta de cómo ha vivido un problema familiar.

Anteriormente estrenaste, en el auditorio de la misma UNM, Retamas encendidas, con base en los poemas de Carmen Luz Bejarano. ¿Has asumido el desafío de hacer arte “en casa”?

Así es, tuvimos éxito en el sentido de que las autoridades de la UNM y el público que asistió han entendido que hay muchas maneras de hacer arte, no solo la gran ópera, grandes conciertos, de grandes escenarios y recursos, sino que en los pequeños espacios, en escenarios reducidos, también podemos descubrirnos como artistas. Era un espectáculo vivencial para todos.

Lo bueno es contar con el apoyo de la UNM…

Mire, después de Retamas encendidas, la universidad me pidió que haga algo más. Eso debo tomarlo como que la universidad ha entendido que se puede explorar esa línea.

De la UNM ahora va a un gran auditorio.

Es que yo pienso que la UNM debe tener un vínculo con la sociedad, con el país, con la actualidad. Ahora estamos viviendo un tiempo global, no podemos estar siempre mirándonos a nosotros mismos. Estamos formando especialistas y ellos deben dialogar con lo que pasa afuera, con las otras artes también.

Se reabre la puerta hacia la comunidad...

A la comunidad, pero yo creo también que nos estamos abriendo hacia el mundo. Gracias a la tecnología, lo virtual, ahora podemos existir en muchos lugares al mismo tiempo. Y no solo para hacer arte, sino también para investigar. Yo creo que las autoridades de la UNM lo han entendido muy bien y han puesto en el ojo ese tema, el de ser abiertos.

Datos

- Funciones. Los días 12, 13 y 14 de noviembre en el auditorio Los Incas del Ministerio de Cultura, Javier Prado, San Borja. 8:00 p.m. Ingreso libre.

- Elenco. Caroline Morales, Sara Sedano, Melissa Colquicocha, Diego Supo, Noé Valdiviezo y Edgard Arocena.