GALARDONES. El director peruano acaba de sumar tres premios más a su largometraje Retablo en el reciente festival de cine que se ha llevado en la isla. Ambientada en Ayacucho, y hablada en quechua, el filme narra una historia de amor y tolerancia en la que actúan Amiel Cayo, Magaly Solier y Junior Béjar.,Zoraida Rengifo Tres premios más, sucesivos, como olas tras olas y en playas de El Caribe. El cineasta peruano Álvaro Delgado-Aparicio, nacido en Londres, 1974, psicólogo de profesión, aficionado de hacer cine al comienzo, celebra los galardones que ha alcanzado su película Retablo en el festival de cine de La Habana, 2018. “Estoy con la prensa aquí y no he tenido tiempo para almorzar todavía. En un hora, me voy para la ceremonia del festival del jurado”, me escribe a través del WhatsApp a manera de disculpa por una imposible entrevista. El trajín no era para menos, más todavía si en esa ceremonia Retablo ganó un premio más (el tercero). Así, Delgado-Aparicio se echó al bolsillo el Gran Premio Coral a la mejor Ópera Prima, el segundo premio colateral a mejor película otorgado por los miembros del Centro Martin Luther King y a mejor película según los estudiantes de cine de La Habana. Con estos premios son 21 en total que la película peruana viene consiguiendo en diferentes festivales del mundo, con los dos del festival de Berlinale, Ucrania, Vancouver, Chicago, Nueva York-NewFest, entre otros. Sin duda, un éxito abrumador para un filme que aún no se presenta de manera comercial en las salas de cine de Lima. PUEDES VER Magaly Solier saldrá de las aguas del lago Titicaca como Mama Ocllo [VIDEO] “A través de Retablo, creemos en la diversidad, la tolerancia y el amor. Este premio se lo dedicamos al Perú!, ha escrito el cineasta desbordado en alegría en su cuenta de Facebook. Y lo ha dicho con firmeza y con el arte que aprendió a manejar: el cine. En un país con sociedades como las nuestras, la película acaso hiere susceptibilidades. Retablo narra la historia de un artista ayacuchano, Noé (representado por el actor Amiel Cayo), quien prepara a su hijo Segundo (Junior Béjar Roca) para que este herede el arte de la elaboración de retablos. En ese aprendizaje, Segundo descubrirá una verdad sobre su padre, precisamente donde salta el gran tema de la tolerancia. Anatolia, la madre, encarnada por la actriz ayacuchana Magaly Solier, será una presencia capital en las grandes preguntas de Segundo. El filme tiene la valentía y belleza de mostrar un conflicto entre la modernidad y las costumbres culturales en un marco andino, con todo lo que esto supone. Involucra la identidad sexual como un tema de enfrentamiento entre la poca o mucha tolerancia que la diversidad despierta. PUEDES VER Magaly Solier protagoniza película en quechua Delgado Aparicio considera que el cine es una experiencia reflexiva y que además tiene la posibilidad de reparar a través de las imágenes, en este caso en el lazo entre padre e hijo. Entre los conceptos idealizados de una realidad que esconde mayores significados de los que se aprecian a simple vista. El proceso de comprender la humanidad, incluso de nosotros mismos, independientemente de los estereotipos impuestos por la sociedad. Pero ese proceso se puede tornar doloroso, como también revelador. El guion explora ese dilema mientras nos ofrece un paisaje imponente y colorido. TODO EN QUECHUA Otra belleza del filme que está hablado en quechua. Un día como jugando, según palabras del director, pidió a los actores leer el texto en quechua y al sorprenderse de la naturalidad que esto demostraba, resolvió hacer la película en un idioma que el mismo no conocía. Asumió el desafío de dirigirla así, sobre todo por la invencible sugerencia de Magaly Solier. PUEDES VER “Hace falta más apoyo y dejar los prejuicios de lado” Delgado-Aparicio es un hombre de retos, conoció a Robert Redford en el Festival de Sundance luego de haber sido seleccionado entre muchos otros. Al momento de presentarse, admitió que no había estudiado cine hasta ese momento. Sin embargo, ha dicho, sus estudios de psicología en Londres le han dado la facultad de escarbar en sus personajes. Así, en Amiel Cayo, que elabora máscaras artesanales, encontró en sus manos la expresividad que necesitaba para Noé, el maestro retablista. En el caso de Segundo fue más complicado, después de un casting de 700 chicos en Ayacucho, el director de arte lo encontró y se sorprendieron del parecido que tenía con el que sería su padre en la ficción. Anatolia (Magaly Solier), la esposa de Noé, es la medida exacta de ternura y amor. Después de leer el guion con el joven actor y de explicarle de qué iba el filme. Junior Béjar resumió de manera sencilla “ah, ya entendí. Es una historia de amor”. El actor ayacuchano nunca pensó que su decisión lo involucraría en una historia que despierte tanta aprobación. El filme plantea un conflicto. Romper las dependencias, como menciona el director, es un drama complejo y difícil de entender. Aunque estas sean con los padres o las personas más cercanas y que puedan atrapar en el tiempo y en un espacio determinado, como en este caso la sierra ayacuchana. PUEDES VER Festival de Berlín: Película peruana 'Retablo' fue ovacionada De allí el valor simbólico de Retablo, porque un retablo es una caja en la que los artesanos presentan historias en imágenes escultóricas, más de las veces bíblicas, pero también sociales. Delgado-Aparicio también intenta contar una historia, entrañable, profunda, con amor. El próximo 19 de diciembre esta película se estrenará en París con el título de Mon Pere (Mi padre en español) y para otras proyecciones está subtitulada en inglés. La comunidad LGBT ha reconocido a la película con diferentes galardones por la sensibilización frente al tema de la tolerancia que esta representa. Retablo es una película diferente, realizada en escenarios familiares que espera tener en nuestro medio local el éxito que la crítica y el mundo internacional le ha dado.