En el Golfo de Pozzuoli, Nápoles, arqueólogos italianos han realizado un hallazgo único: un templo de la antigua civilización nabatea, conocida por la ciudad monumental de Petra en Jordania. Este santuario, encontrado en buen estado a dos kilómetros de la costa, revela detalles nuevos sobre la conexión entre los nabateos y el Imperio Romano. Es el primer templo nabateo descubierto fuera de Arabia, lo que demuestra cómo esta cultura comerciante se integró en los principales puertos romanos, incluyendo el antiguo puerto de Puteoli.
El equipo de arqueología marítima, dirigido por Michele Stefanile de la Scuola Superiore Meridionale, descubrió esta estructura al mapear restos sumergidos en la costa italiana. La construcción, de unos 2.000 años, estaba cubierta por una mezcla de concreto y cerámica rota, probablemente añadida en el siglo II d.C. En esa época, el comercio nabateo decayó tras la anexión de su territorio por el emperador romano Trajano.
Templo sumergido fue hallado en las profundidades del Golfo de Pozzuoli, en Nápoles, Italia. Foto: M. Stefanile
La identificación de este templo proviene de años de exploración arqueológica y documentación aérea realizadas en 2022 del proyecto "Entre la tierra y el mar", liderado por el Ministerio de Cultura italiano y la Universidad de Campania. Los arqueólogos encontraron dos habitaciones sumergidas con muros de opus reticulatum, una técnica arquitectónica romana. En la sala principal, hallaron dos altares de mármol blanco con inscripciones en latín que decían "Dusari sacrum", una dedicatoria a Dushara, dios central de la religión nabatea. Los altares tenían cavidades rectangulares, probablemente para albergar piedras sagradas, similar a los templos de Petra.
La ubicación de este templo en Puteoli (hoy Pozzuoli) destaca la importancia comercial de esta ciudad portuaria en el intercambio de bienes como incienso, oro y perfumes, que llegaban a Roma desde el Mediterráneo oriental y Arabia. El hallazgo permite comprender cómo los nabateos adaptaron sus prácticas religiosas a su entorno, por lo que combinaron su cultura con el latín y las técnicas arquitectónicas romanas.
El templo nabateo, hallado gracias a una detallada documentación aerofotogramétrica realizada en 2022, está en un asombroso estado de conservación. Foto: M. Silani
El templo se sumergió a lo largo de siglos de actividad volcánica y bradisismo en la región de Campi Flegrei, caracterizada por movimientos sísmicos que elevan y hunden la tierra. En el caso de Pozzuoli, esta actividad geológica preservó bajo el mar gran parte de su antiguo distrito portuario. Durante el siglo XVIII ya se habían recuperado algunos artefactos de este templo, pero nadie había determinado la ubicación precisa hasta ahora.
El colapso del comercio nabateo tras la anexión de Nabatea en el año 106 d.C. marcó el inicio de su abandono. Los investigadores creen que el templo fue deliberadamente rellenado para ser reutilizado y que, al caer en desuso, pasó a formar parte del vasto paisaje urbano que se hundió debido al movimiento tectónico.
El santuario fue construido durante la época dorada de los nabateos, que abarcó desde el reinado de Augusto hasta el de Trajano (98-117 d.C.). Foto: Foto: M. Silani
La cartografía submarina reveló que el templo de Puteoli cuenta con dos salas principales delimitadas por muros y altares aún in situ. En la sala sur, el equipo de Stefanile encontró un altar de mármol que mide 1,6 metros de largo y presenta una mesa con ocho cavidades, en las que posiblemente reposaban betilos, piedras sagradas de los cultos nabateos. Una inscripción en latín consagra este altar a Dushara, confirmó que su uso era religioso.
Para los nabateos, el comercio y la religión estaban profundamente conectados. Por esta razón, el templo de Dushara en Puteoli habría sido un espacio de devoción donde los comerciantes rezaban por protección antes de embarcarse en sus viajes.