Cargando...
Ciencia

El planeta que está siendo tragado lentamente por su estrella

El canibalismo, uno de los fenómenos más violentos del universo, también se practica en las estrellas. Los astrofísicos han conseguido captar detalles escabrosos.

larepublica.pe
El planeta WASP-12b es tan negro que ha sido comparado con el color del asfalto. Foto: NASA / ESA / G. Bacon (STSCI)

A 900 años luz de distancia, en la constelación Auriga del hemisferio norte se está produciendo uno de esos eventos que certifican al universo como un lugar entregado al caos. Y no se trata de explosiones estelares, tirones gravitacionales de agujeros negros o el chorro brillante de un cúasar, sino de canibalismo puro: el exoplaneta WASP-12b está perdiendo masa poco a poco a merced de su estrella madre de nombre WASP-12.

Al habernos internado a la tecnología astrofísica, esta se ha convertido en una fuente metafórica, porque las estructuras estelares serían sujetos u organismos partidarios de las leyes evolutivas darwinianas, en las que solo los más aptos consiguen la supervivencia a cuestas de otros. En este caso, el consumo sistemático de WASP-12b representaría el saqueo de bandidos contra los pueblos desvalidos, aunque deban pasar 10 millones de años para retirar el ´botín’ en su totalidad.

WASP-12b no es un mundo cualquiera: pierde seis millones de toneladas de masa cada segundo, una dieta nada saludable. En el 2008, ostentaba el récord de ser el planeta más caliente jamás detectado por los astrónomos, cuya atmósfera bordeaba los 2.500 °C (luego KELT-9b, descubierto en 2014, le ganaría la partida con sus 4.300 °C). Pesa 1,4 veces más que Júpiter y se ubica a unas 44 veces más cerca de su estrella en comparación a la Tierra con el Sol.

El cuerpo celeste entra en la categoría de Júpiter caliente, gigantes gaseosos conocidos por ser ‘infiernos’ que orbitan sus soles en 10 días o menos y a unas 100 veces más cerca de sus estrellas.

El exoplaneta expulsa grandes cantidades de metales pesados en relación a sus altas temperaturas. Foto: NASA, ESA, and J. Olmsted (STScI)

También existen los Júpiter calientes de periodo ultracorto, planetas raros que completan un año terrestre en un día, había afirmado James McCormac, astrónomo de la Universidad de Warwick (Inglaterra), cuando recordó a NGTS-10b, el cual tarda 4,3 horas en orbitar a una enana roja. Su equipo de científicos lo identificó utilizando 12 telescopios en el Observatorio Paranal en el desierto de Atacama en Chile.

Según la web de la NASA, WASP-12b es un “planeta condenado”. “Mientras tanto, las fuerzas de marea que actúan sobre el planeta son tan grandes (por la proximidad extrema) que WASP-12b se está estirando en forma de pelota de fútbol (o de rugby, para ser más precisos)”, se describe. Por ese motivo especial, siempre da la misma cara a su verdugo WASP-12.

Este espectáculo de fuerza de marea se replica en la Tierra, pero no de forma tan excéntrica, al momento que nuestro mundo y la Luna causan que el nivel del mar suba y baje dos veces al día.

Caricatura donde la agencia espacial estadounidense explica cómo una estrella ve a un planeta canibalizado por ella. Foto: NASA

WASP-12b no refleja casi nada de luz

Mediante la redacción de un artículo en la revista The Astrophysical Journal Letters, publicado el 14 de setiembre de 2017, científicos de Canadá, el Reino Unido y del Laboratorio de propulsión a chorro en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) descubrieron que el exoplaneta WASP-12b prácticamente no refleja luz. A este término técnico se le llama albedo.

“Hay otros Júpiter calientes notablemente negros, pero son mucho más fríos que WASP-12b. Para esos planetas, se sugiere que las nubes y los metales alcalinos son la razón de la absorción de la luz, pero no funcionan para WASP-12b porque es increíblemente caliente“, explicó Taylor Bell, autora principal del estudio y afiliada al Instituto de Investigación de Exoplanetas en la Universidad de McGill.

Comparación de WASP-12b con otros Júpiter calientes. Foto: ESA / Hubble / Wikipedia

“¡El albedo medido de WASP-12b es de 0,064 como máximo, haciendo el planeta más oscuro que el asfalto fresco!”, agregó la experta. En paralelo, el porcentaje de radiación de la superficie de la Luna roza un albedo de 0,12 puntos.

Además, la luz ultravioleta de su estrella madre calienta la atmósfera del planeta extrasolar —un fenómeno ajeno al desgarramiento— y ocasiona el escape de elementos químicos como el hierro y el magnesio.

Estas observaciones se apuntaron acorde a los datos recabados por el espectrógrafo del telescopio espacial Hubble en un eclipse de octubre de 2016 visto desde aquel sector de Auriga.

La nueva tecnología de su sucesor, el James Webb, con un espejo de hasta 6,5 metros de diámetro en su modo extendido, permitirá ‘recoger’ más luz de objetos astronómicos como este y elaborar análisis más exhaustivos. Su lanzamiento está previsto para el miércoles 22 de diciembre.